29 de noviembre de 2016

Cuatro de diez familiares de personas dependientes retrasan su ingreso en un centro residencial por el sentimiento de culpa

Salud y bienestar
  • 1 de cada 3 familiares de personas con alzhéimer siente que abandona a su familiar por no ejercer de forma personal el cuidado  
  • Nueve de cada diez familiares reclama una información más fluida y bidireccional con las residencias y sus profesionales puesto que esto contrarresta las emociones negativas de ingresar al familiar  
  • La información sobre el estado de salud, la medicación y la alimentación son los detalles más requeridos  
  • En respuesta a esta necesidad, los familiares de residentes de Sanitas Mayores disponen de una solución digital para conocer el día a día de su familiar 

Ingresar a un familiar en una residencia es una decisión difícil que en ocasiones se pospone el máximo tiempo posible y puede generar sentimientos de culpa y abandono. El 62,% de los cuidadores la postergan porque cree que su familiar preferiría continuar en casa, cuatro de cada diez sienten que está abandonando a la persona querida mientras que más de un tercio tiene sentimiento de culpa. Estos son los datos de un estudio realizado por Sanitas Mayores sobre la comunicación entre residentes, familiares y centros.

“Al principio tienes miedo por desconocimiento. Pero mi madre necesitaba cuidados médicos y de enfermería, y estaba cansada de cuidadores en casa que cuando se complican las cosas se van. No sabía lo que era la carga del cuidador hasta que sufrí una depresión y mi hermano y yo tomamos la decisión de ingresar a nuestra madre”. Es la historia de Mercedes, su madre padece alzhéimer desde hace diez años y durante los últimos doce meses su deterioro físico ha sido muy fuerte. Su casa no está adaptada y la pérdida de movilidad de María Jesús requiere de cuidados profesionales. “Cuando los cuidados no pueden darse en casa porque casi les estás perjudicando, llega un punto en el casi es fundamental el ingreso”, cuenta.

“El ingreso de un familiar es una medida necesaria cuando el cuidador doméstico no puede asumir toda la responsabilidad, se trata de una decisión positiva tanto para el residente como para su entorno, pero es cierto que supone importantes implicaciones emocionales y se suele posponer, en muchos casos, hasta que la situación es insostenible”, afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. “Los detonantes para dar el paso llegan por lo tanto a situaciones ya límite de inestabilidad en la vida familiar o de riesgos para el propio mayor”, explica Curto.

Así ocurrió en el caso de Francisco, su madre, Teresa, ingresó en Sanitas Residencial El Palmeral hace un par de años. “Yo vivía con ella y llegó un momento el que la situación se me hacía insostenible física y psicológicamente, era incapaz de cuidarla como se merecía. Ella ha sido una madre ejemplar y merece lo mejor”, cuenta Francisco.

“Estoy más tranquila, la información aporta muchísima serenidad”

En Sanitas Residencial Mirasierra vive desde marzo un matrimonio, ambos padecen demencia y su hija tomó la decisión de darles cuidados profesionales. La hija, que prefiere no dar su nombre, afirma que la constante información por parte del centro ha mitigado mucho el sentimiento negativo inicial. “Estoy mucho más tranquila, la información aporta muchísima serenidad”, comenta. Según datos del estudio de Sanitas Mayores, más del 97% de los familiares manifiesta la importancia de aumentar la información recibida por parte de las residencias para mitigar la sensación de culpa por cesar el cuidado doméstico.

“Aumentar la comunicación con las familias contribuye al proceso de asumir que el cuidado institucionalizado es necesario tanto para el residente como para el entorno en muchas ocasiones”, comenta el doctor David Curto. La información constante y fluida sobre aspectos como la salud, la medicación y la alimentación de los residentes son datos que ayudan a hacer que el cuidador continúe sintiéndose parte del proceso de cuidado aun cuando su ser querido se encuentra en un centro residencial. “Suelo interesarme por la medicación que han tomado, sobre si mi madre ha hecho una actividad, cómo ha pasado el día mi padre, como ambos tienen demencia me importa mucho si han pasado la noche tranquilos y han podido descansar”, afirma la familiar.

“Para saber cómo está nos informamos gracias a los profesionales de la residencia y vamos a verla todos los días, pasamos con ella todas las tardes, para nosotros saber cómo está de forma constante es fundamental”, afirma Francisco, de Las Palmas. Sin embargo, no todos los familiares pueden realizar visitas tan habituales. Según la encuesta de Sanitas Mayores, un 33,6% de los encuestados manifiesta que, en caso de ingreso, desearía visitar al familiar una vez al día para mantener el compromiso de cuidado, mientras que cuatro de cada diez visitarían al familiar más de una vez a la semana. Las causas principales que impedirían cumplir con esta frecuencia son la falta de tiempo, los problemas de desplazamiento y el estado físico o anímico del mayor.

Solución digital de comunicación pionera en el ámbito residencial  

Como respuesta a esta demanda de comunicación constante y fluida con la residencia y sus profesionales, los familiares de residentes de Sanitas Mayores disponen de una solución de comunicación digital a través de sus dispositivos móviles que les permite conocer los detalles del día a día de su ser querido desde la palma de la mano.

“Llamar continuamente entorpece el trabajo de los profesionales, si tienes acceso a la información a través de la aplicación te evitas la llamada”, comenta Mercedes. Por su parte, para la hija del matrimonio de Sanitas Residencial Mirasierra se trata de “una muestra de transparencia en el cuidado de mis padres que me da mucha más tranquilidad”.

Esta solución se enmarca dentro del proceso de digitalización de la compañía así como en la apuesta de Sanitas Mayores por hacer que los familiares formen parte del cuidado también en el centro residencial con actividades conjuntas con residentes o charlas con los profesionales de los centros.

Tras la buena acogida de la experiencia piloto, Sanitas Mayores ya cuenta con la aplicación activa en todos sus centros de Madrid. Su implantación se extenderá de manera progresiva durante el primer trimestre de 2017 a los 40 centros a nivel nacional.

4 de noviembre de 2016

Más de 200 personas reciben consejos y ayuda práctica para el cuidado de enfermos de alzhéimer

Comunidad
  • Las recomendaciones de los expertos fueron dirigidas a los cuidadores, un colectivo crítico en la atención de los pacientes con demencia 
  • Más de 800.000 españoles conviven con esta enfermedad que afecta en total a más de 3,5 millones de personas 
  • Según un informe elaborado por la Fundación Sanitas y CEAFA, más del 21% de los cuidadores familiares supera los 70 años y son jubilados que cuidan de su cónyuge 
  • Se prevé que el número de personas que sufre alzhéimer pueda duplicarse en veinte años 

Más de 200 personas han asistido al V Encuentro Sanitas para familiares de personas con alzhéimer. En esta quinta edición, que coincide con el Día del Cuidador, los especialistas de Sanitas han compartido con los cuidadores, un colectivo clave en la atención de los pacientes con demencia, información sobre la enfermedad, algunos consejos sobre buenas prácticas, todas las claves sobre el manejo óptimo de la medicación antipsicótica y algunas técnicas para mejorar la comunicación con sus seres queridos.

En España, la incidencia de la enfermedad supera hoy día los 800.000 casos directos y afecta a más de 3,5 millones de personas si consideramos a sus familiares. Además, según un informe elaborado por la Fundación Sanitas y CEAFA, más del 21% de los cuidadores familiares supera los 70 años y son jubilados que cuidan de su cónyuge. Actualmente, son los familiares los que soportan casi todo el esfuerzo, por lo que la figura del cuidador adquiere un papel fundamental. Ante este escenario, Sanitas considera fundamental ayudar a los cuidadores para que sus familiares puedan gozar de una buena calidad de vida y de los mejores cuidados, ya que según avanza la edad del cuidador disminuye su funcionalidad y capacidad para asumir de manera correcta y adecuada las distintas tareas que el enfermo requiere, con lo que, sin una ayuda adecuada, el cuidado puede resentirse.

Tras la presentación y bienvenida al encuentro, a cargo del doctor José Francisco Tomás, director ejecutivo Médico de Sanitas y responsable del programa de demencia de la compañía, ha intervenido el doctor Ventura Anciones Rodríguez, jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, quien expuso la importancia del conocimiento de la nueva psicofarmacología por parte del neurólogo, así como el empleo adecuado de los fármacos y sus efectos específicos en el control de las alteraciones de la conducta en las demencias. En su intervención, el experto señaló que “antes de usar cualquier fármaco es preciso tener un conocimiento certero de las anomalías específicas del paciente”.

A continuación, el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, el doctor David Curto, explicó durante su intervención que “el uso de psicofármacos, sobre todo en pacientes con demencia, es habitual en personas mayores” y advirtió que “en muchas ocasiones su uso se ha generalizado sin una base patológica que lo respalde, prescribiéndose para controlar alteraciones conductuales, molestias a otros residentes o por conveniencia organizativa”. En este sentido, el doctor Curto indicó que “teniendo en cuenta los numerosos efectos secundarios que tienen estos fármacos y dada la evidencia científica actual, debería racionalizarse ajustándose siempre a una patología, usándose en las mínimas dosis posibles y durante un tiempo controlado”. Así, “un uso racional puede aportar una mayor calidad de vida y una mayor autonomía a los mayores”, concluyó.

Por su parte, la doctora Cristina Fernández, jefa del servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, dio las claves sobre cómo comunicarse con una persona con alzhéimer, y explicó que «la sintomatología presente en la enfermedad de Alzheimer como la pérdida de memoria, la dificultad para encontrar las palabras o los trastornos de conducta pueden dificultar la comunicación con estos pacientes. Sin embargo, debemos mantener la premisa que la comunicación con ellos aunque sea con lenguaje no verbal en estadios avanzados es posible. Debemos buscar estrategias, si es preciso con el apoyo de profesionales, para que dicha comunicación sea lo más fluida posible dado que redundará en una mejora de la calidad de vida de los pacientes».

Por último, el doctor Tomás recalcó durante el evento que “el alzhéimer y otras demencias constituyen el mayor reto sanitario para las sociedades occidentales, dado que se calcula que su prevalencia se triplicará y se alcanzarán los 120 millones de enfermos en el año 2050”. Asimismo, afirmó que hoy día “su tratamiento es insuficiente al no disponer todavía de terapias realmente eficaces y su prevención se centra básicamente en mantener unos hábitos saludables que beneficien a los pacientes”. Por tanto, a su juicio, “los cuidados y la atención sociosanitaria son la clave para conseguir reducir el impacto que esta enfermedad tiene en la sociedad”.

Estudio ‘El cuidador en España’ de CEAFA y Fundación Sanitas

El estudio “El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro y propuestas de intervención”, realizado por la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA) y Fundación Sanitas, recoge la opinión de 377 cuidadores familiares de personas con alzhéimer que accedieron al proyecto entre septiembre y octubre de 2015.

Los resultados revelan que el cuidado de la persona con alzhéimer en España supone una media de más de 31.000 euros al año. En cuanto al perfil del cuidador, el estudio demuestra que se trata de una mujer que atiende a su madre o padre afectado por alzhéimer, reside en zona urbana y combina su condición de cuidador de una persona dependiente con la atención a su familia. Aunque el cuidado tiene género femenino, cada vez es mayor el número de hombres que asume la condición de cuidador. Más del 24% de la muestra del estudio es masculina, si bien, en este caso, este porcentaje corresponde de manera mayoritaria a los cónyuges, de edad avanzada, que cuidan de sus esposas con alzhéimer.

3 de noviembre de 2016

La ciudad de Valencia cuenta con su primera residencia de Sanitas Mayores

Corporativo
  • Sanitas Residencial La Seu dispone de 155 plazas residenciales, con una superficie de 6.200 metros cuadrados y un jardín interior 
  • Con la incorporación de estas instalaciones son ya dos las residencias de Sanitas Mayores en la Comunitat Valenciana y 40 en toda la geografía española  

Sanitas Mayores amplía su red de residencias con la compra de un nuevo centro en la ciudad de Valencia, efectiva desde el 1 de noviembre. Se trata de la primera residencia de Sanitas Mayores en la ciudad del Turia y la segunda en la Comunitat Valenciana. En línea con el modelo de gestión de la compañía, la especialización en el cuidado de la demencia, así como el fomento de un envejecimiento saludable y feliz, serán dos ejes fundamentales en la atención a mayores.

Sanitas Residencial La Seu disfruta de una céntrica localización, lo que facilita la movilidad y accesibilidad de residentes y familiares. Cuenta con 155 plazas, distribuidas en 120 habitaciones –85 individuales y 35 dobles-. Dentro de una superficie de 6.200 metros cuadrados, los residentes disfrutan de un amplio jardín interior, de 400 metros cuadrados y todas las instalaciones propias de un moderno centro residencial para mayores. El cambio de propietarios no afectará en nada a la rutina de los residentes ni a la de los empleados del centro.

Según Domènec Crosas, director general de Sanitas Mayores, “la nueva incorporación se alinea con los planes de evolución de la compañía orientados a ofrecer más y mejores cuidados a las personas mayores. En este sentido, la nueva residencia Sanitas Residencial La Seu se incorporará al sistema de gestión de Sanitas Mayores y a los diferentes programas de cuidados entre los que destaca la eliminación de las sujeciones físicas”.

Gracias a la implantación del programa libre de sujeciones, Sanitas Mayores ha conseguido reducir su uso hasta un 0,9%. En la mayoría de los casos el mantenimiento de estas sujeciones se debe a decisiones de los familiares, y se trabaja con el objetivo de eliminarlas en un horizonte temporal adecuado. Junto con la aplicación del programa, destaca la revisión y adecuada prescripción de psicofármacos, un elemento esencial para la reducción de las sujeciones farmacológicas.

Las instalaciones están dotadas de un completo equipamiento asistencial con la integración de unidades especializadas de memoria y de estimulación cognitiva. Además, los residentes disponen de salas de pintura y actividades, gimnasio y servicios de peluquería o podología.

Desde el primer momento, Sanitas Residencial La Seu se incorpora al modelo de gestión de Sanitas Mayores caracterizado por una atención especializada y personalizada, basada en el conocimiento de las circunstancias individuales de cada residente. En esta línea, el centro ofrece cuidados especializados para personas con Alzhéimer u otras demencias, con el aval que supone la experiencia con más de 3.000 personas con esta dolencia que atiende Sanitas Mayores en España.

Con el objetivo de aportar calidad de vida y bienestar así como de favorecer el mayor grado de autonomía durante el mayor tiempo posible, el fomento de un envejecimiento saludable y feliz será otro de los ejes asistenciales. En este punto, destaca el amplio programa de actividades tanto terapéuticas como de ocio, diseñadas por los especialistas. En total, la residencia cuenta con un equipo multidisciplinar de médicos, psicólogos, enfermeros, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.

Con esta incorporación la red de Sanitas Mayores asciende a 40 residencias y 3 centros de día con un total de 5.172 plazas y un equipo de 3.191 profesionales.

18 de octubre de 2016

Falta de memoria, desorientación o dificultad para llevar a cabo labores cotidianas, algunas de las señales de un alzhéimer precoz

Salud y bienestar
  • El 25% de las personas con alzhéimer no tienen diagnóstico, según el Informe Anual sobre el Alzheimer 2011 realizado por Alzheimer Disease International (ADI)
  • Una detección precoz de la enfermedad permite ralentizar el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida del paciente
  • El principal problema para diagnosticar la demencia es asociar la pérdida de capacidades al proceso natural de envejecimiento
  • La iniciativa Recordando Juntos, de Sanitas Mayores, pone el acento en el síntoma más característico de la enfermedad, la pérdida de memoria

El 25% de las personas con alzhéimer no tienen diagnóstico, según el Informe Anual sobre el Alzheimer 2011 realizado por Alzheimer Disease International (ADI). En una dolencia en la que la detección temprana permite acceder a una mejor asistencia y apoyo este dato es fundamental. Por esto, Sanitas Mayores recuerda la importancia de, ante las primeras señales, consultar con un especialista que valore la situación, diagnostique al paciente y, en cada caso, aplique el  tratamiento adecuado a cada persona.

“El alzhéimer es una enfermedad degenerativa y no existe un tratamiento curativo para ella, aunque sí se puede lograr reducir su progresión y mejorar alguno de sus síntomas. Cuanto antes nos demos cuenta, antes podremos actuar”, afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. “La pérdida de memoria es el síntoma más característico, pero  también otros como los cambios conductuales y emocionales, la pérdida de vocabulario o la incapacidad para realizar movimientos finos pueden indicar que una personas padece alzhéimer”, puntualiza Curto.

Según la Alzheimer’s Association, estas son las principales señales de advertencia del alzhéimer y otros tipos de demencia:

  • Falta de memoria en cosas cotidianas: olvidar de forma repetida fechas o eventos importantes.
  • Desorientación espacio-temporal: pérdida de la noción espacial, como ignorar dónde se está o cómo llegar a un lugar conocido; o pérdida de la conciencia temporal, como el paso del tiempo o las fechas.
  • Dificultades en las tareas cotidianas: cuando es difícil llegar a un lugar conocido o realizar las tareas más sencillas del día a día. También el olfato puede verse resentido.
  • Dificultad para resolver problemas habituales: dificultades para, por ejemplo, organizar las cuentas del mes o seguir una receta de cocina ya conocida.
  • Problemas en la visión: en algunos casos, problemas a la hora de comprender imágenes visuales o tener dificultades para leer, determinar distancias espaciales o identificar colores o contrastes.
  • Problemas de habla: dificultades para seguir una conversación, pronunciar frases sin concluir o que se repiten varias veces en busca de las palabras correctas o el vocabulario apropiado.
  • Problemas para encontrar cosas: olvidar dónde se  han puesto las pertenencias o colocarlas en lugares distintos a los habituales.
  • Problemas para tomar decisiones: cambios de opinión o de juicio o decisiones extrañas. También hay una acusada pérdida en la iniciativa en las actividades sociales o proyectos.
  • Cambios de humor: enfados repentinos e injustificados, miedo y ansiedad, y otros cambios de humor rápidos pueden ser síntoma de alzhéimer.
  • Problemas en el aseo personal: olvido o descuido de la higiene mínima personal.

Recordando juntos
La iniciativa Recordando Juntos de Sanitas Mayores ha puesto el acento en uno de los síntomas más característicos de la enfermedad: la pérdida de memoria. Con motivo del mes del alzhéimer, más de 5.000 residentes han participado en distintas actividades en sus 39 centros para la estimulación de recuerdos y sensaciones positivas que contribuyen al bienestar y calidad de vida de las personas afectadas y sus familiares.

“Además de ralentizar los efectos y el deterioro cognitivo, la terapia de reminiscencia o el trabajo con los recuerdos facilita las relaciones interpersonales y la comunicación, a la vez que  aumenta la sensación de bienestar y la autoestima de los usuarios”, afirma el doctor David Curto.

En concreto  Sanitas Mayores ha desarrollado tres módulos de terapias diferenciados en tres niveles cognitivos:

  • Qué me hace sentir bien: actividades para evocar estímulos que hagan sentirse bien a mayores con demencia avanzada.
  • Ayúdame a recordar: técnicas para activar la memoria en pacientes con demencia moderada.
  • El mejor recuerdo de mi vida: recordar y situar los acontecimientos biográficos más importantes del pasado.

Recursos como fotografías, música, artículos de periódico, objetos domésticos o  conversaciones informales contribuyen al objetivo de reforzar y conservar la identidad mediante la reactivación del pasado y el estímulo de sensaciones placenteras. Junto a la realización de estas actividades terapéuticas, Sanitas Mayores ha celebrado un encuentro familiar en cada residencia donde se han compartido los mejores momentos y recuerdos contados por los mayores. Momentos y recuerdos que los participantes también han podido compartir en Redes Sociales con el hashtag #RecordandoJuntos. Además, se expusieron en los centros todos los materiales elaborados por los residentes en los talleres.

Más abajo puedes descargar la infografía sobre los síntomas del alzhéimer

1 de octubre de 2016

Una de cada cuatro personas no sabe quién se ocupará de su atención durante la vejez

Salud y bienestar
  • El 60% de los españoles considera que será su familia quien se encargará de su cuidado durante la vejez, según un estudio de Sanitas
  • Los cuidados de las personas mayores son responsabilidad de la familia para el 60% de los encuestados, mientras que el 25% cree que dependen de la atención pública
  • Para el 52% de los españoles su sustento económico durante la vejez se basará en sus ahorros personales

Uno de cada cuatro españoles tiene dudas de quién se encargará de su cuidado durante la vejez, según se desprende del estudio Actitudes hacia el envejecimiento de Sanitas y Bupa, su compañía matriz. El 60% cree que será la familia la encargada de su bienestar en la vejez, mientras que el 25% atribuye su cuidado a la atención pública, el 23% a la atención privada, y un 10% confía en sus amigos para esa labor.

Sobre la financiación de estos cuidados, el 52% cree que girará en torno a sus ahorros personales, mientras que un 48% piensa que su sustento dependerá de su pensión. La financiación pública es la apuesta de un 24%, frente a un 22% que elige las pensiones privadas como su alternativa económica.

El cómo afrontarán las necesidades de atención en la vejez preocupa incluso a las personas de mediana edad, ya que el 12% de las personas de entre 25 y 45 años se cuestiona a diario cómo será su vida de mayor; un 20% lo hace varias veces por semana y un 8%, al menos, una vez a la semana.

“Los cambios demográficos y el envejecimiento de la población conllevan un nuevo concepto de tercera edad. Por un lado mayores cada vez más activos y por otro lado un creciente número de octogenarios”,  comenta David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. “El aumento del dato de esperanza de vida unido a las mejoras sociales y sanitarias hacen que resulte muy habitual la preocupación por las condiciones de vida en edades avanzadas porque casi todos nos proyectamos en esa etapa”, afirma Curto.

En este sentido, contrasta la preocupación ciudadana por la vida durante la vejez con el dato de que el 68% de los españoles piensa que las personas mayores no tienen la consideración social que merecen. El profesor Graham Stokes, director global de Demencia de Bupa, afirma que se trata de “una percepción preocupante. Más aún si se tiene en cuenta que la proporción de personas mayores de 80 años aumentará casi cuatro veces en los próximos 50 años. En este sentido, hay que cambiar la visión sobre el papel que desempeñan y las necesidades de los mayores tienen que ser reconocidas», añade.

El estudio Actitudes hacia el envejecimiento se enmarca  en el modelo asistencial de Bupa y Sanitas, “La persona es lo primero”, que pone de relieve los beneficios de proporcionar una atención personalizada y comprender las necesidades y expectativas de cada individuo. Se basa en situar a la persona en primer lugar y entender sus necesidades individuales. Integra todos los aspectos, desde la calidad de la asistencia a la calidad de vida, desde el cuidado de la demencia al empleo de medicamentos, y desde el entorno físico a las actividades y la alimentación. La encuesta se ha realizado a más de 7.000 personas en Australia, Chile, España, Nueva Zelanda, Polonia y Reino Unido.

15 de septiembre de 2016

Mantener las relaciones sociales, un pensamiento positivo y llevar unos hábitos de vida saludables, principales claves para ayudar a cuidadores y familiares

Salud y bienestar
  • La persona que asume el rol de “cuidador principal” de un familiar con demencia puede sufrir alteraciones psicólogicas, físicas y sociales
  • Las familias precisan de comprensión, apoyo y solidaridad para afrontar la enfermedad que sufre su familiar
  • Es esencial que el cuidador y la familia sean conscientes de sus limitaciones a la hora de cuidar del paciente

Practicar el pensamiento positivo, adoptar hábitos de vida saludable y evitar el aislamiento social son tres actitudes clave para asumir la responsabilidad de cuidar a un familiar con demencia. Así se puso de manifiesto en el Encuentro con familias que ha tenido lugar hoy en Sanitas Residencial Mevefares con el objetivo de compartir experiencias y proporcionar recursos a los cuidadores y familiares de personas con Alzheimer y otras demencias.

La demencia también afecta al entorno del paciente, en el que se comprenden el cuidador y los familiares. La familia participa de la enfermedad en sus diferentes fases de evolución, y para por este proceso que predispone a sufrir diversas alteraciones psicológicas, físicas y sociales, sobre todo, en la persona que asume el rol de “cuidador principal”. “El cuidado contínuo del paciente implica una serie de efectos colaterales comunes en los familiares y cuidadores, entre los que destacan el malestar general, las alteraciones del sueño, cefaleas, anemia, alteraciones en huesos y músculos, estrés, ansiedad, tristeza, sentimiento de culpa o aislamiento social” ha detallado Tamara Vaillo, terapeuta y especialista en cuidado de personas con demencia del centro Mevefares de Sanitas Mayores.

Cerca del 50% de los familiares que desempeñan el papel del cuidador padecen estos efectos, denominados como “síndrome del cuidador”, que se pueden dar en menor o mayor grado, según datos de la Encuesta Sanitas 2015 sobre familiares que cuidan de personas con alzhéimer en España. Para evitar estos problemas las recomendaciones empiezan por “identificar las fortalezas personales, aceptar las limitaciones de cada persona y en especial complementar el cuidado del paciente con el cuidado propio mediante el descanso, una correcta alimentación, mantener las relaciones sociales y desconectar de vez en cuando” ha explicado Tamara Vaillo.

Desde el punto de vista emocional, “es normal que los cuidadores se vean desbordados y experimenten sentimientos de tristeza, soledad o culpabilidad. El estrés emocional es comprensible. Por eso, aunque es aplicable a todas las esferas de la vida, en este ámbito es aún más necesario fomentar y practicar una actitud positiva, una estrategia del optimismo que ayude a afrontar mejor todo el proceso de la enfermedad y a dosificar la energía” explicó el doctor Iñaki Ferrando, director Médico de Sanitas.

Ciclo de Conferencias
Mevefares se suma al ciclo anual de conferencias “Encuentros con Familias” promovido por Sanitas Mayores dentro del programa “Compañeros en los cuidados” con el que buscan proporcionar a las familias y cuidadores comprensión, apoyo y solidaridad para afrontar la responsabilidad del cuidado del Alzheimer u otras demencias.

Los encuentros previstos para 2016 contarán con la presencia del doctor Iñaki Ferrando, director Médico de Sanitas, encargado de dar las claves del pensamiento positivo con su ponencia “Afrontar cada día con psicología positiva”; y del personal médico de Sanitas Mayores, que mostrarán a los asistentes los principales recursos del portal “Cuidar Bien”, la primera web centrada en los cuidadores de personas con demencia, impulsada por la Fundación Sanitas.

En total Sanitas Mayores prevé la celebración de un encuentro más, que se suma a los nueve ya celebrados:

  • Sanitas Residencial Loramendi (Bilbao) – 15 de marzo (celebrado)
  • Sanitas Residencial La Moraleja (Madrid) – 5 de abril (celebrado)
  • Sanitas Residencial Sagrada Familia (Barcelona) – 11 de abril (celebrado)
  • Sanitas Residencial Barakaldo (Bilbao) – 20 de abril (celebrado)
  • Sanitas Residencial Mirasierra (Madrid) – 5 de mayo (celebrado)
  • Sanitas Residencial Bonaire (Barcelona) – 19 de mayo (celebrado)
  • Sanitas Residencial Mas Camarena (Valencia) – 31 de mayo (celebrado)
  • Sanitas Residencial Gerunda (Girona) – 14 de junio (celebrado)
  • Sanitas Residencial Mevefares (Salamanca) – 15 de septiembre (celebrado)
  • Sanitas Residencial Alameda (Madrid) – 28 de septiembre
12 de septiembre de 2016

Las residencias libres de sujeciones son más seguras para los mayores

Salud y bienestar
  • Eliminar las ataduras de las personas mayores no incrementa los riesgos de lesiones por caídas  
  • Una mayor masa muscular, menos dolor y mejor estado de ánimo son los principales beneficios de un cuidado libre de sujeciones 
  • Más de 37.120 mayores reciben atención con sujeciones innecesarias en las residencias españolas 

Eliminar las sujeciones a las personas mayores en los centros residenciales no incrementa el riesgo de lesiones por caídas y mejora su situación médica y psicológica. Así se desprende del estudio “Reducción de Sujeciones Físicas en Residencias” realizado por la Fundación Maria Wolff y Sanitas.

El informe, publicado por la prestigiosa revista de la Asociación Norteamericana de Directores Médicos (JAMDA), ha sido realizado entre 7.657 mayores de 41 residencias de Sanitas Mayores incluidas en el programa “Por una residencia sin sujeciones”, cuyo objetivo es eliminarlas. En este sentido, el informe puntualiza que los datos obtenidos son el resultado de la implementación de este nuevo modelo asistencial.

Analizado el índice de caídas en dos fases diferenciadas de la implantación del programa libre de sujeciones, inicial y avanzada, “se da un ligero incremento de las caídas tras eliminar las sujeciones, pero las caídas con fracturas han disminuido. Sin embargo, los beneficios son múltiples. Por ejemplo, menos osteoporosis o mejor mantenimiento de la masa muscular. Además los residentes manifiestan menos dolores y molestias y están más contentos y tranquilos, lo que supone una mejora en el ambiente general de los centros”, afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Reducción de psico-fármacos

El doctor Javier Olazarán, neurólogo y director del estudio en Fundación Maria Wolff, comenta que “otro de los beneficios del programa de cuidados libres de sujeciones es que las personas que viven en las residencias de Sanitas ahora toman menos fármacos psicotrópicos y en caso de tomar alguno, estos tienen menos efectos secundarios. La revisión y adecuada prescripción de psicofármacos ha sido uno de los componentes fundamentales del programa e inicia el camino para reducir las sujeciones farmacológicas”.

Los programas, diseñados por Maria Wolff e implantados en las residencias de Sanitas conllevan la formación de todo el personal sanitario aportándoles conocimientos sobre demencias, disfagias, evitación y manejo de conductas desafiantes, prescripción de calidad de psicofármacos, programas de prevención de caídas y formación jurídica, entre otros muchos.

Rubén Muñiz, investigador principal del estudio y director de la Fundación, ha resaltado que “la clave de estos logros está en un programa de formación coherente y continuada a los trabajadores, a los médicos y también a los familiares”. Muñiz ha felicitado a Sanitas “por ser la primera gran red de centros que ha demostrado que las sujeciones son cosa del pasado. Consuela saber que ya hay empresas en España que han empezado a seguir los pasos de Sanitas”. Actualmente Sanitas solo aplica sujeciones al 0,9% de las personas que atiende, en la mayoría de los casos por decisión de los familiares. 

Al menos 37.120 mayores en España reciben una atención con sujeciones

Según los datos disponibles a fecha de hoy, la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE) estima que en España se somete a sujeciones al menos a un 12,8% de los ancianos de residencias. Los datos del INE de 2013 indican que hay unas 290.000 personas mayores viviendo en estas instituciones con lo que al menos 37.120 personas son sujetas como parte de sus cuidados diarios a pesar de existir alternativas como demuestra este estudio.

El mensaje que Fundación Maria Wolff y Sanitas buscan mandar a la sociedad es que hay alternativas viables para España. Además de ineficaz, el uso continuado de sujeciones es ilegal. “La ley solo prevé el uso de sujeciones físicas en casos muy excepcionales. El uso de sujeciones por razones de conveniencia organizativa no es constitucionalmente legítimo” explica Pilar García, jurista especializada en la legalidad sobre el uso de sujeciones en España.

 

1 de septiembre de 2016

5.000 mayores festejan la clausura de los Juegos Olímpicos en los que han competido este verano

Comunidad
  • 37 residencias de Sanitas repartidas por toda la geografía española han disputado sus propias pruebas olímpicas durante el verano con motivo de los Juegos de Río 2016 
  • Una rutina deportiva adaptada contribuye al estado funcional y orgánico, mejora el bienestar y la calidad de vida del mayor  

Cerca de 5.000 residentes en 37 centros para mayores a nivel nacional han festejado la clausura de los Juegos Olímpicos en los que han competido este verano. “Un verano olímpico” ha medido las habilidades deportivas de los residentes de Sanitas Mayores. Entre el 1 y el 21 de agosto han competido en cinco disciplinas: lanzamiento, puntería, pesca, bolos y tiros a puerta.

Se trata de una iniciativa llevada a cabo por Sanitas Mayores para promover la práctica de actividad física y de deporte, pilares de un envejecimiento saludable y feliz. Así lo estima el 69% de los encuestados en el estudio Actitudes hacia el envejecimiento, realizado por Bupa, matriz de Sanitas, que considera que un buen estado de forma es un aspecto esencial para ser feliz en la vejez.

“A través del ocio, la diversión y la socialización siempre es más fácil motivar para la práctica de ejercicio. Una rutina adaptada a las necesidades de cada persona contribuye a su estado funcional y orgánico, mejora su bienestar y, en definitiva, su calidad de vida”, afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Sanitas Residencial Altanova –Sant Gervasi en Barcelona ha liderado el medallero olímpico con 4 medallas de oro. A continuación, Sanitas Residencial Les Corts en Barcelona ha quedado en segundo lugar con 2 oros, 4 platas y 3 bronces. La delegación de Sanitas Residencial Loramendi en Erandio ha alcanzado la tercera posición con dos oros. En total se han entregado 16 medallas de oro, 22 de plata y 20 de bronce.

La celebración de una ceremonia de clausura en cada centro ha servido para despedir el verano olímpico de Sanitas Mayores y festejar los buenos resultados y el alto grado de participación de la iniciativa. Junto con las actividades deportivas, los mayores también se han implicado en todo el proceso de preparación previo llevado a cabo en el mes de julio que incluyó el encendido de un pebetero, la elaboración de una mascota, banderas y otros elementos relacionados con los diferentes países representados en este evento deportivo.

Beneficios físicos y sociales

Entre los efectos positivos de practicar deporte destaca la mejora del equilibrio, la postura y la agilidad; la reducción de la tensión arterial; además la actividad deportiva contribuye al equilibrio cardio-respiratorio y aumenta la fuerza muscular.

Además, la gran variedad de ejercicios y deportes permite que los mayores puedan adaptarse a las actividades en función de su disposición física y cognitiva. Así, aquellos con problemas articulares, musculares o cognitivos pueden fortalecer la musculatura o relajarse al mismo tiempo que llevan a cabo otras labores beneficiosas como aumentar los contactos sociales y la participación social.

12 de julio de 2016

El 86% de los españoles espera mantenerse activo en la vejez

Salud y bienestar
  • El 64% de los encuestados cree que el paso de los años no le impedirá vivir de forma plena  
  • Tener buena salud y estar cerca de los seres queridos, aspectos más importantes para ser feliz en la vejez  
  • Una de cada cuatro personas no sabe quién cuidará de ella cuando sea mayor en el caso de necesitar algún tipo de cuidado 

Los españoles miran con optimismo hacia su vejez. Esta es una de las principales conclusiones que se pueden extraer del estudio Actitudes hacia el envejecimiento de Sanitas y Bupa, su compañía matriz. Así, casi 9 de cada 10 de las 1.000 personas encuestadas espera mantenerse activo en la vejez y un 64% afirma que la edad no le impedirá disfrutar de la vida de forma plena.

Tener buena salud es, con diferencia, el aspecto que más señalan los españoles para ser felices a pesar de los años. En este sentido, un 85% de los encuestados relaciona una vida feliz con una vida sana. En porcentajes muy similares, otros aspectos vinculados a la felicidad son una buena forma física en el 69% de los casos; tener una posición económica desahogada en el 68% y estar cerca de los seres queridos en el 66%.

Por otra parte, el ocio y los viajes, se encuentran entre las principales actividades en las que los españoles invertirían su dinero al jubilarse con un abrumador 80% de los encuestados.

Según el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores “la toma de conciencia del envejecimiento es progresiva y requiere una adaptación paulatina. El llevar este proceso vital de la manera más saludable y en el mejor estado de forma posibles son variables sobre las que se puede influir si se adopta un estilo de vida saludable desde una edad temprana. Sería deseable que pudiéramos pensar en la vejez con esta perspectiva temporal ya que, dentro de los achaques propios de la edad, un estado físico razonable es fuente de calidad de vida y bienestar”.

¿Quién cuidará de nosotros en la vejez?

Esta visión positiva no está exenta de preocupaciones. La principal, para el 64% de los encuestados, es cómo mantenerse sano e independiente a pesar de los años. Asimismo, más de la mitad se plantea cuanto dinero necesitará para afrontar esta etapa y un 47% qué pasará si cae enfermo.

En general, la vejez está bastante presente en los pensamientos de los españoles. El estudio revela cómo un 12% de las personas de entre 25 y 45 años se cuestiona a diario cómo será su vida de mayor; un 20% lo hace varias veces por semana y un 8%, al menos, una vez a la semana. En el caso de necesitar cuidados y ayuda en el futuro, una de cada cuatro personas afirma no saber quién se ocupará de su atención. Mientras, el 60% sitúa esta responsabilidad en la familia.

En cuanto a la percepción social de las personas mayores, menos de un tercio de los encuestados considera que se valore de manera adecuada a este sector de la población. El profesor Graham Stokes, director global de Demencia de Bupa, afirma que se trata de “una percepción preocupante. Más aún si se tiene en cuenta que la proporción de personas mayores de 80 años aumentará casi cuatro veces en los próximos 50 años. En este sentido, hay que cambiar la visión sobre el papel que desempeñan y las necesidades de los mayores tienen que ser reconocidas.”

«De la investigación se desprende que la gente tiene preocupaciones realistas acerca de las necesidades y los potenciales retos de salud que plantea la vejez. Esto no impide que pueda ser una etapa feliz y satisfactoria si las personas son valoradas y tratadas con respeto» añade Graham Stokes.

El estudio Actitudes hacia el envejecimiento se enmarca en el modelo asistencial de de Bupa, “La persona es lo primero”, que pone de relieve los beneficios de proporcionar una atención personalizada y comprender las necesidades y expectativas de cada individuo. Se basa en situar a la persona en primer lugar y entender sus necesidades individuales. Integra todos los aspectos, desde la calidad de la asistencia a la calidad de vida, desde el cuidado de la demencia al empleo de medicamentos, y desde el entorno físico a las actividades y la alimentación.

La encuesta se ha realizado a más de 7.000 personas en Australia, Chile, España, Nueva Zelanda, Polonia y Reino Unido.