5 de abril de 2016

“En 2030 podremos alcanzar una sociedad comprometida con la demencia si centramos el cuidado en la persona”

Comunidad
  • La demencia es uno de los grandes retos globales de salud con 46,8 millones de afectados en el mundo  
  • Un 94% de las personas con demencia en países con ingresos bajos y medios recibe cuidados en su propio domicilio  
  • Un envejecimiento activo y saludable previene la demencia e incrementa la calidad de vida de las personas afectadas 
  • El 50% de los cuidadores de personas con demencia pueden sufrir alteraciones físicas, psíquicas y sociales, según los datos preliminares del estudio “El cuidador en España” elaborado por CEAFA y la Fundación Sanitas 

En 2030 podremos alcanzar una sociedad comprometida con el gran reto global de la demencia a través de una atención sanitaria centrada en las personas. Esta es una de las principales conclusiones extraidas de la jornada “Comprometidos con la demencia” organizada por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y Sanitas.

El encuentro, celebrado hoy en la sede de la UPF Barcelona School of Management en Barcelona, ha contado con la participación de expertos internacionales como Graham Stokes, director global de Demencia de Bupa, matriz de Sanitas; así como de reconocidas asociaciones e instituciones como la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, CEOMA; la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer, CEAFA; Alzheimer Cataluña; la Universidad Ramón Llull; la Fundación Salud y Envejecimiento UAB; y la Fundación Maria Wol­f.

Graham Stokes ha incidido en el complejo escenario que plantea la demencia para la sociedad en la actualidad y en el futuro. En este momento, en el mundo hay 46,8 millones de personas que padecen demencia y se estima que esta cifra casi se triplicará para el año 2050. En España cerca de 1,2 millones personas tienen Alzheimer. Cifra que también crecerá exponencialmente en los próximos años. Esto supone “un incremento dramático de la prevalencia cuyo impacto es aún mayor en países con ingresos bajos y medios donde la familia asume el cuidado del 94% de las personas con demencia” ha afirmado Stokes.

Pese a este panorama, el experto británico ha lanzado un mensaje positivo con “2016 como un momento de grandes oportunidades para cambiar la narrativa a través del fomento de la responsabilidad personal y civil. Personal para ser conscientes de los riesgos y reducir el potencial número de personas afectadas en el futuro. Civil para que todos seamos dueños de la demencia y permitamos vivir mejor a la personas que la padecen” ha explicado. En este sentido, se ha referido a experiencias destacadas a nivel internacional como las estrategias llevadas a cabo en Reino Unido y Japón gracias a las que se ha conseguido una gran implicación social con uno y cuatro millones, respectivamente, de “Dementia Friends”.

Estas experiencias ejemplifican cómo el reto de la demencia, por sus profundas consecuencias sociales y económicas, necesita la respuesta de todos los agentes implicados: organismos públicos, instituciones, empresas, investigadores, profesionales sanitarios, afectados y familiares y, en general, de todos los ciudadanos.

Familia, principal proveedor de cuidados de la demencia

Entre estos agentes, la familia es clave en el abordaje de la enfermedad. “El cuidado familiar es, hoy por hoy, el mejor aliado que tiene nuestra sociedad para intentar hacer frente a los devastadores efectos de la enfermedad, y lo seguirá siendo en el futuro complementando, y supliendo muchas veces, los esfuerzos inversores de los sistemas sanitarios y sociales hoy disponibles” ha comentado Cheles Cantabrana, presidenta de CEAFA. Una afirmación que corroboran los datos preliminares presentados durante la jornada del estudio “El Cuidador en España” elaborado por la Confederación y la Fundación Sanitas.

El informe señala que uno de cada cuatro hogares en España se ve afectado por un familiar con Alzheimer, por lo que el cuidador familiar debe ser objeto de atención preferente en las políticas de protección que, de manera específica, han de dictarse para afrontar el problema sociosanitario que representa el Alzheimer. “Todos los miembros de la unidad familiar participan de la enfermedad en sus diferentes fases de evolución. Esa participación en la enfermedad genera en ellos predisposición a padecer alteraciones físicas, psicológicas y sociales. De acuerdo con las previsiones de CEAFA y Sanitas, cerca de dos millones de cuidadores, el 50%, pueden sufrir estos efectos.

Otro de los informes presentados en la jornada ha sido el estudio Retirada de Sujeciones” elaborado por la Fundación María Wolf junto a Sanitas. Las conclusiones de la investigación, realizada en 41 hogares españoles a lo largo de tres años, arroja positivas conclusiones sobre los beneficios, tanto físicos como psicológicos, que sobre el mayor tiene la implementación de un cuidado libre de sujeciones. “La reducción de ataduras y la disminución de fármacos sedantes redunda en el bienestar del mayor. Para desarrollar esta estrategia es esencial la formación a todos los niveles de la organización” ha explicado Rubén Muñiz, presidente de la Fundación Maria Wol­f.

¿Se puede prevenir la demencia?

Dado que no se conocen las causas de la enfermedad, en el ámbito de la prevención la opción está en concienciar hacia la reducción de los factores de riesgo que se asocian a la prevención de las demencias. Así el fomento de un envejeceimiento activo y saludable puede contribuir a prevenir y también a mejorar la calidad de vida de las personas con demencia. Cuidar el corazón, practicar actividad física, seguir una dieta saludable, activar el cerebro y disfrutar de la vida social son algunos de los consejos para reducir el riesgo.

Campaña de sensibilización

La jornada se enmarca en el compromiso global de Sanitas y Bupa en la lucha contra la demencia. Dentro del mismo, la compañía ha puesto en marcha la campaña de sensibilización “Comprometidos con la demencia”, cuyo objetivo es sensibilizar y formar a los empelados, clientes corporativos, administraciones públicas, colegios, asociaciones civiles y la sociedad sobre qué es la demencia y conseguir un compromiso activo.

A través de www.compromisodemencia.com se ofrece una completa información sobre la enfermadad, cuánto se sabe sobre ella y sus efectos en el cerebro, aprender cómo lafecta de diferente manera a las personas y técnicas para reducir el riesgo de padecerla en el futuro. Además, la web ofrece cuatro maneras de comprometerse: ayudar a alguien con demenecia del entorno; ser un defensor; colaborar con organizaciones de personas mayores; y ofrecerse voluntario en los centros residenciales de Sanitas.

25 de agosto de 2015

El coste global de la demencia alcanzará el billón de dólares en 2018

Salud y bienestar
  • El Informe Mundial sobre la Demencia 2015 , elaborado por la Alzheimer´s Disease International (ADI), con el apoyo de Bupa, señala que cada tres segundos una nueva persona desarrolla la enfermedad en el mundo
  • La demencia afecta a casi 47 millones de personas en todo el mundo, y se estima que esta cifra se duplique cada 20 años
  • Sanitas subraya el papel de las empresas en el apoyo a las personas con demencia y sus cuidadores, y en el fomento de hábitos de vida saludables entre sus empleados para reducir así el riesgo de que puedan desarrollar demencia en el futuro

El Informe Mundial sobre la Demencia 2015: ‘El Impacto Global de la Demencia: Un análisis sobre prevalencia, incidencia, coste y tendencias’, indica que en la actualidad alrededor de 46,8 millones de personas en el mundo viven con demencia, y se estima que los números casi se duplicarán cada 20 años, y alcanzarán los 74,7 millones en 2030 y los 131,5 millones en 2050. Actualmente, hay más de 9,9 millones de nuevos casos de demencia cada año en el mundo, lo que supone un nuevo caso cada 3,2 segundos.

El informe, elaborado por la Alzheimer´s Disease International (ADI), con el apoyo de Bupa -matriz internacional de Sanitas-, muestra que el coste social y económico de la demencia asciende a 818 mil millones de dólares estadounidenses (US $818.000.000.000), y se espera que la cifra alcance el billón de dólares en los próximos tres años (US $1.000.000.000.000). Los resultados del estudio también reflejan que el coste de la demencia se ha incrementado un 35% respecto a la cifra estimada en el Informe Mundial sobre la Demencia publicado en el año 2010, donde se preveían unos costes de 604 mil millones de dólares ($ 604.000.000.000). Estas cifras indican que si la demencia fuese un país, sería la décimo octava economía más grande del mundo, y superaría el valor de mercado de compañías como Apple (US $742.000.000.000) y Google (US $368.000.000.000) .

Los datos del informe son una revisión de las cifras anteriores de Alzheimer’s Disease International’s (ADI) sobre prevalencia, incidencia y coste de la demencia a nivel mundial, y reflejan un incremento en el impacto de la enfermedad en países de ingresos bajos y medianos (LMICs, en sus siglas en inglés). Se estima que el 58% de todas las personas que actualmente viven con demencia en el mundo residen en estos países, un porcentaje que se espera que aumente hasta alcanzar el 68% en el año 2050, debido principalmente al incremento y al envejecimiento de la población. El informe también refleja que en el año 2050, casi la mitad de las personas con demencia en el mundo vivirán en Asia.

Estas estimaciones se basan en un nuevo estudio liderado por el Profesor Martin Prince, del Observatorio Global sobre Envejecimiento y Cuidado de la Demencia de King’s College London . Las nuevas conclusiones han tomado en consideración, por un lado, el incremento del número de personas mayores (envejecimiento de la población), nuevas y más precisas evidencias sobre el número de personas con demencia, y los costes incurridos.

El Profesor Martin Prince explica: “Ahora sabemos que en el Informe Mundial sobre la Demencia 2009 subestimamos el alcance de esta epidemia entre un 12-13%, ya que los costes están creciendo más rápido que el número de personas afectadas”.

A la luz de estos datos, el informe hace un llamamiento a todos los grupos de interés para crear un plan de trabajo que se centre en ayudar a los países de ingresos bajos y medianos a desarrollar programas para concienciar y fomentar el diagnóstico precoz y el cuidado. ADI insta a los responsable políticos de todo el mundo a que aborden este tema con una perspectiva más amplia y con una mayor representación de países y regiones, especialmente aquellos que forman parte del G20. Una de las recomendaciones principales del informe insta a un incremento significativo de las inversiones en investigaciones relacionadas con el cuidado, tratamiento, prevención y cura de la demencia.

Marc Wortmann, director ejecutivo de ADI, comenta: “El incremento del coste global de la demencia supondrá una seria amenaza para los sistemas de salud y sociales de todo el mundo. Las cifras que desprende el estudio demuestran que existe una necesidad urgente de que los gobiernos desarrollen leyes e implementen políticas para garantizar una mejor calidad de vida para aquellas personas que viven con demencia hoy, y que desarrollarán demencia en el futuro”.

Glenn Rees, presidente de ADI, señala una serie de prioridades urgentes: “Debemos utilizar las conclusiones de este informe para proponer acciones urgentes en foros internacionales para combatir así el estigma asociado a la demencia y fomentar la creación de comunidades y países inclusivos para personas con demencia. Estas acciones deben incluir el diagnóstico precoz de la demencia, apoyo post-diagnóstico y un mejor acceso al cuidado, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos.”

José Francisco Tomás, director ejecutivo Médico de Sanitas, añade que: “Las conclusiones del informe también resaltan la importancia de los centros de trabajo como lugares clave para combatir la demencia. Con casi la mitad de la población mundial en edad de trabajar y teniendo en cuenta que las personas cada vez trabajan durante más años, los empleadores tienen la responsabilidad de actuar porque el impacto de estas actuaciones puede ser enorme.

Las empresas pueden apoyar a las personas que viven con demencia y a sus cuidadores, y también potenciar los hábitos de vida saludables entre sus empleados, y reducir así el riesgo de que puedan desarrollar demencia en el futuro.”

Consulta el informe completo (inglés).