21 de junio de 2018

La música ayuda a las personas que viven con alzhéimer a expresar sus emociones

Comunidad
  • Diferentes estudios corroboran la capacidad de la música para conectar y tratar a personas que viven con alzhéimer
  • Cuanto mayor es el deterioro cognitivo provocado por la demencia, mayores son los beneficios de la música en los pacientes
  • Uno de cada cuatro hogares se ve afectado por un familiar con esta enfermedad

La música es una de las terapias de intervención que mejores resultados ofrece en las personas con demencia. Numerosos estudios científicos han constatado que las emociones están presentes y son rescatables a lo largo de toda la enfermedad de Alzheimer. Esta es una de las enfermedades crónicas con mayor prevalencia en España: al menos uno de cada cuatro hogares se ve afectado por un familiar con esta enfermedad. CEAFA estima en 1,2 millones las personas que viven con demencia, sin contar el 30 o 40% de la población que todavía no ha sido diagnosticada, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Ante este escenario, los profesionales sanitarios llevan más de una década valorando soluciones complementarias a la terapia farmacológica tradicional en las personas mayores con deterioro cognitivo. Entre estas nuevas opciones, los estudios destacan fundamentalmente el papel de las terapias musicales “por su alta efectividad, su amplio alcance y su gran adaptabilidad a las distintas fases del alzhéimer”, explica David Curto, Director Asistencial de Sanitas Mayores.

Más allá de las investigaciones, lo que se ha comprobado en las residencias de Sanitas Mayores son los múltiples beneficios de este tipo de terapias en los mayores. Por un lado, “los asistentes logran expresar sus emociones por medio de la música (verbal o no verbalmente), se relacionan más y mejor entre ellos y experimentan más interacciones sociales positivas”, apunta el doctor Curto. Además, se aprecian también ciertas mejorías conductuales y psicomotrices, así como beneficios moderados a nivel cognitivo: evasión de los pensamientos rumiativos, promoción del recuerdo de algunas canciones que parecían olvidadas, mantenimiento de la atención, activación de la reminiscencia, etc.

La mayoría de estos beneficios ocurren a corto plazo, pero la mejora del estado de ánimo se mantiene en el tiempo, a veces durante varias horas después de terminar la actividad con música. “Puede no parecer gran cosa, pero resulta maravilloso si tenemos en cuenta que muchos de los asistentes no reconocen a sus familiares, ni suelen recordar lo que acaban de decir o bien han perdido la capacidad de hablar”, comenta David Curto. Precisamente, estas emociones crecen a medida que se incrementa el deterioro cognitivo, es decir, “cuanto más alto es el grado de demencia, más útil es la música para propiciar un estado emocional positivo”.

¿Por qué las personas que viven con alzhéimer pueden reconocer la música?

Recientemente, neurocientíficos del Instituto Max Planck de Neurociencia y Cognición Humana de Leipzig (Alemania) han demostrado que la música se aloja en zonas del cerebro diferentes de las áreas donde se guardan los otros recuerdos relacionados con la memoria episódica, la semántica o la autobiográfica. Es un dato que puede explicar por qué las personas que viven con alzhéimer recuerdan las canciones, pero no otro tipo de información.

“El recuerdo musical se encuentra íntimamente relacionado con las zonas subcorticales del cerebro, en concreto, con el sistema límbico, que es nuestro principal almacén y centro de regulación de las emociones”, comenta el doctor Curto. “Tener abierta la puerta al recuerdo emocional es un recurso valiosísimo para conectar con la persona que vive con alzhéimer y así mejorar su bienestar día a día, momento a momento. La música nos abre el camino para entablar una relación no verbal con la persona, para conectar con sus recuerdos más remotos y desde ahí establecer un trabajo emocional positivo que, mediante la activación de la memoria afectiva, redunde en su calidad de vida”.

¿Qué actividades específicas se pueden desarrollar?

El director asistencial de Sanitas Mayores expone que, aunque hay gran cantidad de actividades para trabajar con los mayores, el criterio para realizar unas u otras depende de la fase en que se encuentre la enfermedad de Alzheimer, las capacidades conservadas, las necesidades específicas de cada persona y sus gustos o preferencias musicales, entre otros factores.

“Cuando el deterioro cognitivo es muy avanzado, nosotros utilizamos una selección de canciones de su infancia y juventud que escuchamos con ellos para intentar conectar con sus recuerdos musicales. Si los residentes no pueden decirnos qué música les gustaba, pedimos ayuda a sus familiares para recopilar aquellas melodías significativas para cada persona. Una vez hemos conseguido la conexión, les animamos a cantar, tararear, mover los brazos, la cabeza o bailar, cada uno según sus capacidades concretas”, explica David Curto.

Además de esta actividad, cuando los residentes tienen un deterioro cognitivo leve o moderado, el doctor propone “retarles a recordar un tramo de la letra, el título de la canción o el nombre del cantante, así como animarles a reactivar momentos importantes de su vida en los que han escuchado esta canción y lo que sintieron en aquella ocasión”.

29 de noviembre de 2017

9 de cada 10 personas mayores de 55 años afirman que los implantes dentales han mejorado su calidad de vida

Salud y bienestar
  • El 39,3% de los españoles mayores de 55 años lleva implantes dentales
  • Realizar revisiones odontológicas periódicas, seguir hábitos de higiene dental y evitar alcohol, tabaco y estrés son factores para el éxito de los implantes

En la actualidad, el 39,3% de los españoles mayores de 55 años lleva implantes dentales, según revela el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2017. Tanto la edad como los traumatismos e incluso la herencia genética son factores que hacen necesario el recurrir a las prótesis o implantes.

“La pérdida parcial o total de las piezas dentales es común en personas mayores y estas pueden provocar consecuencias físicas graves, como problemas de nutrición debidos a la dificultad para alimentarse o alteraciones a la voz. Así como consecuencias psicológicas derivadas de la falta de autoestima que puede producir”, explica el doctor David Curto, responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores. Tanto es así que 9 de cada 10 personas mayores de 55 años afirman que los implantes dentales han mejorado su calidad de vida.

La adaptación del tratamiento a cada persona es fundamental para su éxito. “El tipo de implante debe elegirse teniendo en cuenta factores como la estructura ósea del paciente, si tiene alergia a alguno de los materiales o cualquier otro aspecto que pueda perjudicar su salud bucodental. Y, en el caso de las personas mayores, hay que prestar atención a si padecen enfermedades cardiovasculares, párkinson, diabetes u osteoporosis, que pueden suponer un problema en la colocación de los implantes”, explica Patricia Zubeldia, odontóloga responsable de la Dirección Médico Asistencial de Sanitas Dental.

El 64,5% de los encuestados afirma no haber tenido nunca problemas con sus implantes. Y en el caso de haber sufrido algún tipo de problema, señalan como principal motivo la insuficiente masa ósea para una correcta implantación (21,5%). Pero también se dan casos de daños de sobrecarga (9,3%), rechazo del implante (8,4%) o la infección del mismo (5,6%).

Recomendaciones para un correcto mantenimiento de los implantes

Para evitar problemas como estos, la odontóloga Zubeldia hace las siguientes recomendaciones:

  • Realizar revisiones odontológicas de manera periódica para controlar la evolución del tratamiento y detectar a tiempo los posibles problemas.
  • Cepillarse con pasta de dientes fluorada no abrasiva después de cada comida.
  • Complementar el cepillado con elementos de higiene bucodental como los cepillos interproximales, seda dental específica para zonas de implantes o los irrigadores.
  • Evitar elementos como el tabaco o el alcohol y el estrés ya que pueden ser factores riesgo que provoquen el rechazo de los implantes.
  • Controlar los medicamentos ya que pueden ocasionar problemas en los implantes.

 

 

 

 

8 de junio de 2016

El cuidado de la imagen favorece el estado de salud y la calidad de vida del mayor

Salud y bienestar

Los hábitos de salud y las cuestiones estéticas son fundamentales para sentirse bien con la propia imagen

  • Prestar una atención adecuada al aspecto físico potencia la autoestima y refuerza la identidad del mayor
  • En el cuidado de la imagen entran en juego cuestiones estéticas, así como hábitos de salud
  • En el caso de personas dependientes, como por ejemplo pacientes con demencia, es importante implicarles en el proceso de elección del estilo de su imagen personal

Madrid, 8 de junio de 2016. Los cambios físicos asociados al envejecimiento implican un proceso de adaptación psicológica a la nueva imagen. En este sentido, no dejar de lado el cuidado del aspecto físico con el paso de los años refuerza la identidad y trabaja la autoestima, lo que incide de manera positiva en la salud y en la calidad de vida. Sanitas Mayores fomenta esta dimensión dentro de su modelo de atención integral al mayor, de especial importancia en el caso de personas dependientes, como por ejemplo los pacientes con demencia.

“Los cánones de belleza de la sociedad, muy ligados a la imagen de juventud, no ayudan a aceptar los cambios en la imagen producto de los años. Es fundamental no infravalorar la importancia de sentirse bien a todas las edades. Dedicar atención y tiempo al aspecto físico ayuda a verse mejor, a quererse más y a asumir mejor estos cambios”, afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Además, el cuidado de la imagen comprende tanto elementos de estética como hábitos de salud e higiene personal como la higiene bucal, la hidratación de la piel, la ducha diaria o el cuidado del cabello, que afectan de manera directa a la imagen personal. Por la parte estética, “la manera de vestir, el peinado o, en el caso de las mujeres, el maqulillaje contribuyen a la imagen total e incluso pueden darnos pistas para interpretar el estado de ánimo”, apunta el doctor Curto.

Continuar dedicando tiempo a uno mismo a través del cuidado de la imagen mejora además la autoestima, refuerza la identidad, potencia la capacidad de observación y promueve la interacción social. “Es importante no abandonarse, quererse y aceptarse a cualquier edad y asumir con naturalidad el paso de los años. El continuar con el cuidado rutinario de la imagen ayuda a esa aceptación, lo que evita caer en la desgana y por tanto redunda en una mejor salud psíquica”, afirma David Curto.

En el ámbito residencial se trata de “facilitar a los profesionales, familiares y usuarios las estrategias y herramientas adecuadas para mejorar la idea que se tiene de uno mismo y la valoración que se hace de esta. Los recursos son amplios. Desde un simple consejo a la hora de vestir a programas de actividad física, un taller de maquillaje o servicios de peluquería”, explica el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Cuando el autocuidado no es posible
En aquellas personas que precisan de la ayuda de otras para realizar las actividades de la vida diaria y, por tanto, para su cuidado, los responsables de su atención directa, tanto familiares como profesionales, asumen un papel clave. En este punto, el cuidado de la imagen se realiza desde la perspectiva de ayudar a mantener, en la medida de lo posible, la autonomía de la persona. Respetar la privacidad y establecer rutinas para los hábitos de higiene diaria o para vestirse son otras dos pautas que ayudarán en esta labor.

“Es importante no olvidar que la imagen es el primer reflejo físico de nuestra personalidad, por lo que es importante fomentar la autonomía de elección incluso en personas dependientes. Por ejemplo, la ropa es uno de los elementos que más influye en la imagen personal y expresa mucho acerca de la persona. Casi todos los pacientes con demencia tienen dificultades para vestirse; en este caso habría que incorporar a los necesarios criterios funcionales, criterios que también ayuden a estas personas a sentirse bien con su aspecto”, señala el doctor Curto.