1 de octubre de 2016

Una de cada cuatro personas no sabe quién se ocupará de su atención durante la vejez

Salud y bienestar
  • El 60% de los españoles considera que será su familia quien se encargará de su cuidado durante la vejez, según un estudio de Sanitas
  • Los cuidados de las personas mayores son responsabilidad de la familia para el 60% de los encuestados, mientras que el 25% cree que dependen de la atención pública
  • Para el 52% de los españoles su sustento económico durante la vejez se basará en sus ahorros personales

Uno de cada cuatro españoles tiene dudas de quién se encargará de su cuidado durante la vejez, según se desprende del estudio Actitudes hacia el envejecimiento de Sanitas y Bupa, su compañía matriz. El 60% cree que será la familia la encargada de su bienestar en la vejez, mientras que el 25% atribuye su cuidado a la atención pública, el 23% a la atención privada, y un 10% confía en sus amigos para esa labor.

Sobre la financiación de estos cuidados, el 52% cree que girará en torno a sus ahorros personales, mientras que un 48% piensa que su sustento dependerá de su pensión. La financiación pública es la apuesta de un 24%, frente a un 22% que elige las pensiones privadas como su alternativa económica.

El cómo afrontarán las necesidades de atención en la vejez preocupa incluso a las personas de mediana edad, ya que el 12% de las personas de entre 25 y 45 años se cuestiona a diario cómo será su vida de mayor; un 20% lo hace varias veces por semana y un 8%, al menos, una vez a la semana.

“Los cambios demográficos y el envejecimiento de la población conllevan un nuevo concepto de tercera edad. Por un lado mayores cada vez más activos y por otro lado un creciente número de octogenarios”,  comenta David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. “El aumento del dato de esperanza de vida unido a las mejoras sociales y sanitarias hacen que resulte muy habitual la preocupación por las condiciones de vida en edades avanzadas porque casi todos nos proyectamos en esa etapa”, afirma Curto.

En este sentido, contrasta la preocupación ciudadana por la vida durante la vejez con el dato de que el 68% de los españoles piensa que las personas mayores no tienen la consideración social que merecen. El profesor Graham Stokes, director global de Demencia de Bupa, afirma que se trata de “una percepción preocupante. Más aún si se tiene en cuenta que la proporción de personas mayores de 80 años aumentará casi cuatro veces en los próximos 50 años. En este sentido, hay que cambiar la visión sobre el papel que desempeñan y las necesidades de los mayores tienen que ser reconocidas», añade.

El estudio Actitudes hacia el envejecimiento se enmarca  en el modelo asistencial de Bupa y Sanitas, “La persona es lo primero”, que pone de relieve los beneficios de proporcionar una atención personalizada y comprender las necesidades y expectativas de cada individuo. Se basa en situar a la persona en primer lugar y entender sus necesidades individuales. Integra todos los aspectos, desde la calidad de la asistencia a la calidad de vida, desde el cuidado de la demencia al empleo de medicamentos, y desde el entorno físico a las actividades y la alimentación. La encuesta se ha realizado a más de 7.000 personas en Australia, Chile, España, Nueva Zelanda, Polonia y Reino Unido.

8 de junio de 2016

El cuidado de la imagen favorece el estado de salud y la calidad de vida del mayor

Salud y bienestar

Los hábitos de salud y las cuestiones estéticas son fundamentales para sentirse bien con la propia imagen

  • Prestar una atención adecuada al aspecto físico potencia la autoestima y refuerza la identidad del mayor
  • En el cuidado de la imagen entran en juego cuestiones estéticas, así como hábitos de salud
  • En el caso de personas dependientes, como por ejemplo pacientes con demencia, es importante implicarles en el proceso de elección del estilo de su imagen personal

Madrid, 8 de junio de 2016. Los cambios físicos asociados al envejecimiento implican un proceso de adaptación psicológica a la nueva imagen. En este sentido, no dejar de lado el cuidado del aspecto físico con el paso de los años refuerza la identidad y trabaja la autoestima, lo que incide de manera positiva en la salud y en la calidad de vida. Sanitas Mayores fomenta esta dimensión dentro de su modelo de atención integral al mayor, de especial importancia en el caso de personas dependientes, como por ejemplo los pacientes con demencia.

“Los cánones de belleza de la sociedad, muy ligados a la imagen de juventud, no ayudan a aceptar los cambios en la imagen producto de los años. Es fundamental no infravalorar la importancia de sentirse bien a todas las edades. Dedicar atención y tiempo al aspecto físico ayuda a verse mejor, a quererse más y a asumir mejor estos cambios”, afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Además, el cuidado de la imagen comprende tanto elementos de estética como hábitos de salud e higiene personal como la higiene bucal, la hidratación de la piel, la ducha diaria o el cuidado del cabello, que afectan de manera directa a la imagen personal. Por la parte estética, “la manera de vestir, el peinado o, en el caso de las mujeres, el maqulillaje contribuyen a la imagen total e incluso pueden darnos pistas para interpretar el estado de ánimo”, apunta el doctor Curto.

Continuar dedicando tiempo a uno mismo a través del cuidado de la imagen mejora además la autoestima, refuerza la identidad, potencia la capacidad de observación y promueve la interacción social. “Es importante no abandonarse, quererse y aceptarse a cualquier edad y asumir con naturalidad el paso de los años. El continuar con el cuidado rutinario de la imagen ayuda a esa aceptación, lo que evita caer en la desgana y por tanto redunda en una mejor salud psíquica”, afirma David Curto.

En el ámbito residencial se trata de “facilitar a los profesionales, familiares y usuarios las estrategias y herramientas adecuadas para mejorar la idea que se tiene de uno mismo y la valoración que se hace de esta. Los recursos son amplios. Desde un simple consejo a la hora de vestir a programas de actividad física, un taller de maquillaje o servicios de peluquería”, explica el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Cuando el autocuidado no es posible
En aquellas personas que precisan de la ayuda de otras para realizar las actividades de la vida diaria y, por tanto, para su cuidado, los responsables de su atención directa, tanto familiares como profesionales, asumen un papel clave. En este punto, el cuidado de la imagen se realiza desde la perspectiva de ayudar a mantener, en la medida de lo posible, la autonomía de la persona. Respetar la privacidad y establecer rutinas para los hábitos de higiene diaria o para vestirse son otras dos pautas que ayudarán en esta labor.

“Es importante no olvidar que la imagen es el primer reflejo físico de nuestra personalidad, por lo que es importante fomentar la autonomía de elección incluso en personas dependientes. Por ejemplo, la ropa es uno de los elementos que más influye en la imagen personal y expresa mucho acerca de la persona. Casi todos los pacientes con demencia tienen dificultades para vestirse; en este caso habría que incorporar a los necesarios criterios funcionales, criterios que también ayuden a estas personas a sentirse bien con su aspecto”, señala el doctor Curto.