- El equipo asistencial de los centros tendrá acceso a través de videoconsulta a un médico de urgencias, disponible 24 horas los 365 días al año, así como a profesionales de 15 especialidades médicas
- Entre estas especialidades se encuentra neumología, cardiología, reumatología, dermatología, traumatología o psicología, entre otras
- La mayoría de los residentes recuperados de COVID-19 lo han hecho en los centros con los medios de la residencia
La COVID-19 ha tenido gran incidencia en la población mayor. Esto ha provocado que las residencias hayan reforzado sus equipos y aumentado las capacidades asistenciales que ofrecían de forma previa a la crisis. En este sentido, los centros residenciales de Sanitas ya contaban antes del COVID con enfermería y médico presencial y ahora, sin coste adicional, la compañía incrementa la atención médica prestada a los residentes con el objetivo de proteger y aumentar la seguridad clínica.
De este modo, los residentes tendrán incluido en el servicio de la residencia el acceso a una amplia cobertura médica adicional a través de videoconsulta. Este aumento de los servicios asistenciales permitirá a los residentes acceder a un médico a través de videoconsulta para urgencia disponible 24 horas los 365 días del año y para consulta o segunda opinión con 15 especialidades médicas de los siguientes servicios: geriatría, dermatología, neurología, reumatología, psicología, psiquiatría, cardiología, traumatología, medicina interna, otorrinolaringología, urología, alergología e inmunología, oftalmología y digestivo.
Este incremento de los servicios médicos mediante videoconsulta permitirá reducir el desplazamiento de los mayores a los centros hospitalarios a los casos que sea imprescindible y recibir una consulta de especialistas que complementen el trabajo asistencial de los equipos propios de las residencias sin necesidad de desplazarse fuera del centro. Los médicos de las residencias, mediante visitas preprogramadas por videoconsulta podrán consultar y compartir los diagnósticos y pautas de los residentes con todas y cada una de estas especialidades. Teniendo así la posibilidad de asesorarse con un colega especializado sobre el tratamiento y cuidados más efectivos para cada residente.
Recursos destinados a un posible rebrote
Adicionalmente, todos los centros cuentan con suministro de oxígeno mediante instalación fija o concentradores, y la posibilidad de realizar test PCR e inmunológico de coronavirus para mantener actualizado un mapa inmunológico detallado de residentes y trabajadores y así trabajar con una mayor seguridad en todas las residencias. En este sentido, la compañía ha puesto en marcha un plan de contingencia con zonas preparadas para el aislamiento, así como, espacios donde crear un hospital de campaña si fuese necesario, como ya realizó durante los momentos más duros de la pandemia. Además, las residencias de la compañía han sido abastecidas con equipos de protección individual suficientes, aunque se produjesen rebrotes estarían preparadas con material de protección hasta 2021.
“En Sanitas hemos puesto en marcha un gran número de medidas para la gestión de la crisis sanitaria generada por la COVID-19. Nuestra prioridad ha sido proteger a los mayores, el grupo más vulnerable frente al virus, y ahora que la incidencia es menor, queremos reforzar la asistencia médica que les ofrecíamos. Por ello, ponemos en marcha este servicio asistencial de forma gratuita para todos los residentes, con el fin de ofrecer seguridad clínica y tranquilidad a todas las familias”, señala Patxi Amutio, director general de Sanitas Mayores.
Más de 1.300 mayores de Sanitas han superado la enfermedad. La mayoría de estos residentes se ha recuperado en los centros, con los medios de la residencia.
Con la disminución de casos y contagios se han comenzado a flexibilizar las medidas de confinamiento e intensificado las de prevención y protección. Los mayores más autónomos pueden pasear por zonas comunes acompañados por personal y manteniendo en todo momento la distancia física. En cuanto a los más dependientes, se ha planificado una desescalada aún más segura, ya que en ellos el riesgo de complicaciones en caso de contagio es mayor.
Las visitas de familiares se realizan de forma controlada y segura. Se han establecido planes de limpieza integral de todas las zonas y se ha creado un circuito de entrada y salida para que no se produzcan cruces entre residentes antes y después de las salidas. Por otro lado, se han establecido medidas de protección e higiene para garantizar la seguridad clínica de los residentes, trabajadores y familiares. Entre las medidas destacadas se encuentran la cita previa para visitas, el control de aforo, distancia entre residentes y familiares, toma de temperatura, desinfección de suelas, no portar objetos personales, uso de mascarilla y guantes y, además, se ofrece la opción de realizar test serológico a los familiares de residentes.
Es importante destacar que los centros residenciales de Sanitas cuentan desde hace tiempo con servicios médicos y de enfermería especializados en los cuidados de personas mayores y en el mantenimiento de sus tratamientos crónicos, pero no son un recurso hospitalario. “Tras esta crisis nuestro aprendizaje es que debemos reforzar aún más esta presencia médica y de enfermería. Además, es importante no perder el foco en todos los cuidados de carácter más psicosocial y centrados en la persona que se realizan en los centros y que están dirigidos al bienestar físico y emocional de las personas que viven con nosotros, y que diseñados para mantener la mejor calidad de vida de todos ellos”, concluye Amutio.
Sectorización de los centros, medidas de protección, limpieza o realización de test durante la crisis
Las residencias de Sanitas pusieron en marcha medidas de protección antes incluso del comienzo del Estado de Alarma. En este sentido, el 7 de marzo prohibió las visitas de las familias a los centros y ha desarrollado medidas como la realización de pruebas PCR a residentes con síntomas compatibles con el virus por leves que fueran desde el inicio de la pandemia, la utilización de material sanitario de protección, la intensificación de las medidas higiénicas y de limpieza de los centros o la creación de unidades medicalizadas de agudos en los casos que ha sido necesario.
Además, la compañía reforzó las plantillas con la contratación de más de 1.000 personas y se realizó la sectorización de las residencias, bajo el criterio de positivos, contactos directos con positivos, personas de riesgo y asintomáticos. La mayoría de los residentes se han recuperado en el propio centro con los medios de la residencia, dada la saturación del sistema hospitalario durante los momentos más duros de la pandemia. Las medidas de protección adoptadas han servido, además, para contener el virus y evitar el avance de la enfermedad.
Desde los centros se tomaron medidas para conseguir que familias y mayores mantuvieran el contacto durante el confinamiento. Para esto se han utilizado videollamadas, contactos telefónicos y también la actualización de información a través de la app de familias con la que cuenta la compañía. Además, se ha puesto disposición de los familiares la app Famileo, a través de la cual los familiares de los residentes diseñaban un álbum de fotografía que se imprimía en los centros y se entregaba a los mayores para que se sientan más cerca de sus familias.
La compañía ha trabajado en todo momento en coordinación con las autoridades sanitarias y de bienestar social de las distintas Comunidades Autónomas en las que opera, y muestra su total disponibilidad para la gestión de esta emergencia sanitaria.