- El 64% de los encuestados cree que el paso de los años no le impedirá vivir de forma plena
- Tener buena salud y estar cerca de los seres queridos, aspectos más importantes para ser feliz en la vejez
- Una de cada cuatro personas no sabe quién cuidará de ella cuando sea mayor en el caso de necesitar algún tipo de cuidado
Los españoles miran con optimismo hacia su vejez. Esta es una de las principales conclusiones que se pueden extraer del estudio Actitudes hacia el envejecimiento de Sanitas y Bupa, su compañía matriz. Así, casi 9 de cada 10 de las 1.000 personas encuestadas espera mantenerse activo en la vejez y un 64% afirma que la edad no le impedirá disfrutar de la vida de forma plena.
Tener buena salud es, con diferencia, el aspecto que más señalan los españoles para ser felices a pesar de los años. En este sentido, un 85% de los encuestados relaciona una vida feliz con una vida sana. En porcentajes muy similares, otros aspectos vinculados a la felicidad son una buena forma física en el 69% de los casos; tener una posición económica desahogada en el 68% y estar cerca de los seres queridos en el 66%.
Por otra parte, el ocio y los viajes, se encuentran entre las principales actividades en las que los españoles invertirían su dinero al jubilarse con un abrumador 80% de los encuestados.
Según el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores “la toma de conciencia del envejecimiento es progresiva y requiere una adaptación paulatina. El llevar este proceso vital de la manera más saludable y en el mejor estado de forma posibles son variables sobre las que se puede influir si se adopta un estilo de vida saludable desde una edad temprana. Sería deseable que pudiéramos pensar en la vejez con esta perspectiva temporal ya que, dentro de los achaques propios de la edad, un estado físico razonable es fuente de calidad de vida y bienestar”.
¿Quién cuidará de nosotros en la vejez?
Esta visión positiva no está exenta de preocupaciones. La principal, para el 64% de los encuestados, es cómo mantenerse sano e independiente a pesar de los años. Asimismo, más de la mitad se plantea cuanto dinero necesitará para afrontar esta etapa y un 47% qué pasará si cae enfermo.
En general, la vejez está bastante presente en los pensamientos de los españoles. El estudio revela cómo un 12% de las personas de entre 25 y 45 años se cuestiona a diario cómo será su vida de mayor; un 20% lo hace varias veces por semana y un 8%, al menos, una vez a la semana. En el caso de necesitar cuidados y ayuda en el futuro, una de cada cuatro personas afirma no saber quién se ocupará de su atención. Mientras, el 60% sitúa esta responsabilidad en la familia.
En cuanto a la percepción social de las personas mayores, menos de un tercio de los encuestados considera que se valore de manera adecuada a este sector de la población. El profesor Graham Stokes, director global de Demencia de Bupa, afirma que se trata de “una percepción preocupante. Más aún si se tiene en cuenta que la proporción de personas mayores de 80 años aumentará casi cuatro veces en los próximos 50 años. En este sentido, hay que cambiar la visión sobre el papel que desempeñan y las necesidades de los mayores tienen que ser reconocidas.”
«De la investigación se desprende que la gente tiene preocupaciones realistas acerca de las necesidades y los potenciales retos de salud que plantea la vejez. Esto no impide que pueda ser una etapa feliz y satisfactoria si las personas son valoradas y tratadas con respeto» añade Graham Stokes.
El estudio Actitudes hacia el envejecimiento se enmarca en el modelo asistencial de de Bupa, “La persona es lo primero”, que pone de relieve los beneficios de proporcionar una atención personalizada y comprender las necesidades y expectativas de cada individuo. Se basa en situar a la persona en primer lugar y entender sus necesidades individuales. Integra todos los aspectos, desde la calidad de la asistencia a la calidad de vida, desde el cuidado de la demencia al empleo de medicamentos, y desde el entorno físico a las actividades y la alimentación.
La encuesta se ha realizado a más de 7.000 personas en Australia, Chile, España, Nueva Zelanda, Polonia y Reino Unido.