El deporte es un factor clave de salud. El hecho de mantenernos en forma y practicar algún tipo de deporte con moderación mejora nuestro estado de salud y tiene impacto sobre el sistema inmunológico, musculoesquelético, cardiovascular…, de modo que previene numerosas enfermedades. Pero al elevar la intensidad de la práctica deportiva, también se corren riesgos que es preciso prevenir y evitar. Cada persona tiene unas condiciones físicas y de salud que determinan cuál es el deporte más adecuado a sus características. Y esto es válido tanto para el deportista avanzado que compite en pruebas atléticas populares de manera regular, como para el deportista que se está iniciando. Los reconocimientos médicos deportivos ayudan a las personas a adecuar su práctica deportiva a sus condiciones y necesidades, pero también a fijar objetivos realistas en cuanto a progresión e intensidad. “Nadie entendería que un corredor participara en una carrera de 5 kilómetros con unas zapatillas inadecuadas, pero nos olvidamos de cuidar nuestra salud: antes de realizar un esfuerzo, como participar en una carrera popular, deberíamos someternos a un chequeo que nos aporte información clínica fiable sobre nuestras condiciones físicas”, ha explicado el Dr. Julio de la Morena, jefe de la Unidad de Medicina Deportiva del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, que ha estado presente este fin de semana en Expodepor, la feria más importante del deporte, celebrada en Madrid.
Durante un chequeo especializado se monitoriza el comportamiento del corazón con una prueba de esfuerzo y un electrocardiograma, lo que permite detectar posibles problemas de salud y aconsejar a cada persona en función de sus condiciones físicas, su planificación deportiva y los resultados clínicos de las pruebas. Existen numerosos estudios científicos publicados por la Sociedad Española de Cardiología en su revista científica sobre las causas de la muerte súbita asociada al deporte en los que se ha demostrado que el 90% de las muertes súbitas está relacionado con problemas cardiacos que podrían ser diagnosticados durante un reconocimiento médico deportivo y, por tanto, evitados. “En personas por debajo de los 35 años, la mayoría de los problemas cardiacos se deben a alteraciones congénitas y en el caso de personas mayores de 35 años, las causas más habituales son enfermedades coronarias desconocidas o no bien valoradas para el ejercicio que se va a desarrollar. En España deberíamos adoptar las recomendaciones de la Asociación Americana del Deporte: cualquier deportista mayor de 35 años debería someterse a una prueba de esfuerzo al año para monitorizar su salud, conocer bien los límites de su esfuerzo y planificar su actividad para prevenir situaciones clínicas”, ha subrayado.
De cara a la participación en carreras de larga distancia, el jefe de la Unidad de Medicina Deportiva del centro madrileño ha puesto el acento sobre la preparación: “una persona que quiera afrontar una prueba tan exigente como un maratón debería haber empezado a prepararse el verano pasado. Se trata de 42 kilómetros de esfuerzo físico y mental, una prueba que no está al alcance de todos y mucho menos sin una planificación previa y sin haber realizado un chequeo especializado. Un médico especialista en Medicina del Deporte puede ayudar al corredor en la preparación, los entrenamientos de carga física y los hábitos alimentarios indispensables para hacer frente a un maratón”, ha añadido el médico.