- Cada vez hay una conciencia mayor de la necesidad de cuidado del cuidador para mejorar el cuidado de los mayores
- Gestionar el sentimiento de abandono, un reto para los cuidadores
Según el Barómetro del CIS de marzo de 2018[1], el 25,1% de la población española convive con una persona mayor de 65 años. Con la llegada del verano se observa una tendencia en aumento del ingreso de mayores en centros residenciales. Así, según, Conchita García, médico de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores “cada vez hay más concienciación sobre la necesidad de cuidar al cuidador, por lo que ese tiempo de descanso es muy importante”.
Según los datos de registros de Sanitas de 2017, en julio y agosto del año pasado incrementaron en un 5-10 % y “para este año tenemos previsto alcanzar cifras similares”, apunta la doctora.
La doctora incide en que, para que el cuidado se lleve lo mejor posible, es muy importante: aprender a delegar, planificar el tiempo, conocer la dolencia del paciente, sacar tiempo para el cuidador y cuidar de la salud del cuidador. “Todo esto se puede conseguir con la estancia temporal, dejándoles al cuidado de especialistas”, explica.
En este contexto social, Sanitas cuenta con un proyecto denominado “Respiro Familiar” un servicio que, además de prestar atención temporal de calidad a personas mayores, con diversidad funcional o en situación de dependencia, facilita el descanso de los cuidadores familiares y les ofrece un período vacacional de desconexión, necesario para su descanso físico y emocional y que pueda seguir cuidando del familiar.
Consejos para llevar a cabo el ingreso de un familiar
Es frecuente que ante el ingreso del familiar puedan aparecer en las familias sentimientos y pensamientos de abandono. La doctora indica que “ejercer como cuidador requiere un esfuerzo físico y mental muy intenso y, tanto la vida del cuidador como la de las personas a las que cuidan, tendrá una mejor calidad si no se llega a lo que se denomina como ‘situaciones de sobrecarga’”.
El ingreso no significa abandono. El traslado a una residencia no significa que se renuncia al papel de cuidador; es sólo una forma diferente de cuidar. Para la doctora, “entrar en un centro es un momento de transición que puede suponer para la persona y para su cuidador un tiempo de desconexión el uno del otro”. Además, recuerda que es importante la comunicación, explicarles y mostrar todo el cariño posible y trasladarles los principales beneficios de ser atendido en una residencia:
1.- Sociabilización: los mayores se van a poder relacionar entre ellos, crean amistades, salen juntos a pasear, juegan a juegos de mesa, e incluso se visitan dentro de las habitaciones.
2.- Estimulación cerebral y física: actividades y talleres programados por los psicólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales del centro.
3.- Dieta equilibrada: se consigue que establezca una dieta sana y equilibrada, observándose grandes mejorías en su aspecto físico y anímico gracias al aporte correcto de los nutrientes.
4.- Administración de medicación: los medicamentos se guardan en la farmacia del centro y enfermería se encarga de repartirlos a las horas convenidas. También se supervisa que el residente se tome la medicación, dándola en boca o triturándola si es necesario.