- La preocupación por el cuidado de nuestra salud mental aumentó el último año, según el Estudio Sanitas sobre bienestar emocional durante el confinamiento
La llegada de este nuevo año trae consigo la necesidad de dejar atrás las consecuencias de la crisis sanitaria del COVID-19, pero también la angustia, el miedo y el temor al futuro que hemos vivido durante esta pandemia. La incertidumbre ha sido la gran protagonista en los últimos meses, afectando a diferentes ámbitos de la vida de una sociedad que está abatida emocionalmente.
“Venimos arrastrando durante varios meses seguidos un agotamiento mental y emocional que dificulta afrontar la incertidumbre, los conflictos y los retos a los que nos vamos a ver expuestos durante el 2021”, explica Margarita Carrasco, psicóloga de Mente Sana de Sanitas. “Puede parecer que la sociedad está ya habituada a superar situaciones imprevistas y de gran complejidad a nivel psicológico como las acontecidas. Pero lo cierto es que la sensación de pérdida de control trae consigo la aparición de emociones desagradables como son el estrés, la angustia y la ansiedad. Estas emociones impactan de forma directa sobre nuestra salud mental en ámbitos tan importantes de nuestra vida como el personal o el laboral, reduciendo de esta forma nuestra sensación de bienestar emocional”, matiza Carrasco.
Cabe destacar que, según el Estudio Sanitas sobre bienestar emocional durante el confinamiento domiciliario, la preocupación por el bienestar emocional ha aumentado en la población. Casi la mitad de los encuestados considera que la salud mental es igual de importante que la física, y dos de cada diez afirman que el bienestar emocional es incluso más importante que el físico.
Si los síntomas de malestar emocional y ansiedad no remiten, e incluso aparecen episodios continuados de insomnio, es importante valorar la opción de pedir ayuda a un especialista en psicología. Actualmente, existen múltiples formas de hacerlo a través de la tecnología avanzada sin tener que asistir a consulta de manera presencial. A este respecto, Sanitas cuenta con ‘Mente Sana’, un servicio que incluye acceso a un equipo de psicólogos, sin límite de sesiones, con programas protocolizados, y con la opción de acceder a ayuda profesional personalizada a través de teléfono o videoconsulta.
Ante esta situación, la psicóloga de Mente Sana de Sanitas ha elaborado un listado con una serie de claves para tener en cuenta de cara a reconducir la incertidumbre, canalizar las emociones desagradables como el estrés y la ansiedad, y aumentar nuestro estado de ánimo:
Aceptar que hay situaciones que no se van a poder controlar. El ser humano, en gran parte de las ocasiones, necesita tener la sensación de que controla los acontecimientos que ocurren a su alrededor. Sin embargo, en un momento como el actual, es imprescindible asumir que hay situaciones que escapan al control e incluso a la racionalidad, y que, por tanto, no dependen de uno mismo. Por ello, es recomendable que centralicemos la mayoría de nuestros esfuerzos tanto en aceptar esta sensación de incontrolabilidad, como en poner el foco de atención en aquellas situaciones sobre las que sí tenemos capacidad de acción y decisión.
Estar en contacto con los allegados. Es importante en estos momentos recibir el apoyo y el cariño de las personas que son afectivamente importantes para nosotros, ya sean familia, pareja o amigos. Poder expresar cómo nos sentimos, y reforzar los vínculos que ya tenemos, nos hace sentirnos más cerca. Existen múltiples formas de hacerlo sin que sea presencial. Muchas veces, una llamada o videollamada resulta muy beneficiosa a la hora de manejar los momentos de angustia o tristeza.
Establecer una rutina deportiva. Está más que comprobado que el deporte, de manera rutinaria, supone numerosos beneficios no sólo para la salud física sino también para nuestra salud mental. Al realizar ejercicio físico se generan endorfinas que contribuyen a mejorar nuestro estado anímico y la sensación de bienestar emocional. Además, una rutina deportiva obliga a establecer una serie de metas que ayudan a tener la mente ocupada, distrayéndola así de nuestros pensamientos intrusivos.
Buscar nuevos hobbies. Abrir la mente a nuevos hobbies y buscar diferentes alternativas de disfrute resulta fundamental en el contexto que estamos viviendo. El hecho de realizar actividades agradables tiene efectos que repercuten positivamente en nuestro estado de ánimo y modo de pensar. Por tanto, es un buen momento para aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento y a la vez desarrollar cualidades tan importantes como la creatividad y la imaginación.
Limitar el uso de la tecnología y la información. Limitar el acceso a los móviles y, sobre todo, a las redes sociales es muy beneficioso para no perder un tiempo que se podría invertir en el cuidado para uno mismo. Apartar por un momento los estímulos que nos proporciona la tecnología ayuda a calmar los pensamientos y a centrarse 100% en el momento que se está viviendo. Asimismo, es importante no obsesionarse con estar informado con lo que ocurre a nuestro alrededor, así como cuidar y proteger los momentos de detox digital.