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11 de mayo de 2016

La odontofobia afecta a casi la mitad de los adolescentes españoles

Salud y bienestar

La odontofobia afecta a casi la mitad de los adolescentes de nuestro país (un 48,3%). En el caso de las personas mayores el dato es del 40,3% mientras que tan sólo un tercio de los niños (un 28,9%) muestra miedo al dentista, según datos del Estudio Sanitas de Salud Bucodental.

“Se estima que tres de cada diez personas tienen un miedo que puede provocarles que eviten una visita odontológica. Esto puede convertirse en un problema, ya que eludir el tratamiento puede provocar un deterioro de la salud dental. A esto se suma un sentimiento de culpa, ansiedad y, muchas veces, vergüenza, que refuerzan la actitud de evitar ir al dentista”, analiza Patricia Zubeldia, odontóloga de Sanitas Dental. “Además no acudir a la consulta del dentista, hace que los tratamientos sean más complejos y requieran más tiempo, y son más costosos una vez diagnosticados”, puntualiza Patricia Zubeldia.

El dolor, la postura incómoda, la incertidumbre ante el procedimiento así como el coste económico del tratamiento son algunas de las causas de la odontofobia. Existen diferentes métodos psicológicos y ejercicios de relajación para controlar el miedo a la consulta odontológica, pero en la mayoría de las ocasiones no es suficiente. Para facilitar la comodidad y el bienestar de las personas que sufren fobia o ansiedad en la clínica dental, Sanitas ha lanzado un proyecto pionero en España, la sedación consciente para pacientes dentales.

Para estos casos esta alternativa se posiciona como una solución de alta eficacia. Se trata de un método por el cual, mediante la administración de fármacos, se induce en el paciente un estado de relajación y tranquilidad. “Se elimina la sensación de ansiedad o estrés y permite que la experiencia sea más agradable al mismo tiempo que facilita el trabajo del profesional” señala como beneficios Patricia Zubeldia. Además, el paciente permanece consciente y preserva la capacidad de respuesta ante estímulos verbales del dentista colaborando siempre que el tratamiento odontológico lo requiera.

¿Inhalatoria o intravenosa?
Las tipologías principales de sedación consciente son dos, inhalatoria e intravenosa. La técnica inhalatoria consiste en la administración de una serie de gases – oxígeno y peróxido de nitrógeno- a través de una mascarilla nasal. Mediante la sedación consciente el paciente alcanza un estado general de relajación y tranquilidad, controlado siempre por un odontólogo acreditado para utilizar dicha técnica. Este tipo de sedación se realiza en la propia clínica dental y es una opción disponible para todo tipo de tratamientos y pacientes:

Está indicada para todo tipo de tratamientos odontológicos con excepción de cirugías complejas. “Su utilización en odontopediatría está muy extendida, ya que hace que la experiencia del niño sea más agradable. También se utiliza en pacientes con discapacidad, aquéllos con dificultades motoras de difícil manejo y en casos de ansiedad” explica Patricia Zubeldia.

En cuanto a la sedación intravenosa, consiste en la administración de fármacos sedantes por vía intravenosa que el organismo asimila con rapidez y permite adaptar de manera continua la dosis al paciente. Se realiza siempre bajo la supervisión de un anestesista y está indicada para tratamientos odontológicos más complejos, como la colocación de más de tres implantes, regeneraciones óseas, elevaciones de seno o extracciones complejas. Se realiza en la clínica dental antes de comenzar el tratamiento y se combina con la anestesia local.

Sanitas Dental ya cuenta con esta tecnología en clínicas dentales Millenium de Maragall, Roger de Flor, Sabadell, Proveça e Iradier.

Otros trucos para superar la odontofobia
Además, Patricia Zubeldía menciona algunos trucos para enfrentarse a la visita al dentista con menos miedo. “Es importante tener claro qué se teme exactamente, para poder evitar o no esa práctica; debemos acudir a una clínica de confianza y pedir información del tratamiento que vamos a recibir; y además es bueno tener presente que ir acompañado ayuda a minimizar el estrés de la visita así como explicar al personal de la clínica que tiene odontofobia”, comenta Zubeldia.