- La nueva ley se alinea con el Decálogo por el Deporte Inclusivo presentado por Fundación Sanitas en 2010
La nueva ley del deporte, aprobada el 22 de diciembre de 2022 en el Congreso de los Diputados, supone un gran avance en cuanto a los derechos de las personas con discapacidad se refiere, ya que incluye numerosas referencias al deporte inclusivo y a la necesidad de promover la igualdad de oportunidades también en la práctica deportiva.
En este sentido, esta nueva norma define el deporte inclusivo como “toda práctica deportiva que favorece la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, jugando un papel relevante aquellas actividades que prevén esta práctica conjunta entre personas con y sin discapacidad, y siempre buscando la igualdad de oportunidades y condiciones entre personas con y sin discapacidad en el ámbito del deporte”.
En concreto, el nuevo precepto constata que la igualdad en el deporte únicamente se obtiene integrando hombres y mujeres con discapacidad en la práctica deportiva convencional, con el fin de que puedan disfrutar de los beneficios relacionados con la misma. Por lo tanto, la igualdad debe ser concebida de manera global, sin ignorar ningún colectivo o individuo. Se pretende que la integración de todas las personas deportistas en estructuras organizativas comunes sea una herramienta de unión.
Entre las diferencias más destacadas respecto a la anterior ley se encuentra, asimismo, una mayor relevancia en la protección de los derechos de los atletas, introduciendo medidas que garanticen su bienestar físico y mental, así como la promoción de un ambiente libre de violencia y discriminación; y una mayor regulación de las actividades de las organizaciones deportivas y las empresas relacionadas con el deporte, con el objetivo de asegurar la transparencia y la responsabilidad.
En este sentido, el enfoque de la nueva ley se alinea con el Decálogo por el Deporte Inclusivo presentado por Fundación Sanitas en 2010, el cual intercede en la promoción de la inclusión y la igualdad en el deporte a través de medidas como la eliminación de barreras arquitectónicas, la formación de entrenadores y árbitros en inclusión, apoyando la creación de equipos adaptados y programas de entrenamiento específicos para personas con discapacidades; y promoviendo la educación y concienciación sobre la importancia de la inclusión en el deporte y cómo puede mejorar la calidad de vida de las personas.
«La nueva ley de deporte es un paso fundamental en la dirección correcta para promover la igualdad de oportunidades y la inclusión en el deporte de personas con discapacidad o se encuentran en situación de vulnerabilidad. Con medidas como la eliminación de barreras arquitectónicas, la formación de técnicos, gestores deportivos, jueces y árbitros y el voluntariado en materia de inclusión deportiva, y la creación de un fondo para el deporte inclusivo, esta ley ayudará a garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades para participar en actividades deportivas y mejorar su calidad de vida. Es clave continuar trabajando para eliminar los obstáculos que impiden el acceso al deporte para personas con discapacidad y seguir promoviendo una cultura de inclusión. La nueva ley representa un paso importante hacia un deporte más inclusivo y equitativo para todos», añade Javier Pérez Tejero, director de la Cátedra “Fundación Sanitas” de Estudios sobre Deporte Inclusivo en la Universidad Politécnica de Madrid.
En último lugar, la ley también establece la creación de un fondo para el deporte inclusivo, que será financiado con fondos públicos y privados, y que tendrá como objetivo apoyar proyectos y programas deportivos inclusivos. Este fondo será administrado por un comité compuesto por representantes de diferentes grupos, incluyendo personas con discapacidad, entrenadores y expertos en inclusión.