- El seguimiento terapéutico permite mejorar la adherencia a la terapia y evitar posibles recaídas
- Según la Organización Mundial de la Salud, en 2030 la depresión será la primera causa de discapacidad en el mundo
- Las personas con problemas de salud mental tienen entre 7 y 22 años menos de esperanza de vida
- Sanitas Hospitales y la clínica López Ibor firman un acuerdo para extender la hospitalización en pacientes con patologías de salud mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 8 y el 15% de las personas de todo el mundo sufrirán una depresión clínica a lo largo de su vida. Esta tendencia, de acuerdo con la OMS, conduciría a la Salud Mental a ser la primera causa de discapacidad en el mundo en 2030. Por otra parte, la Agencia Española del Medicamento ha registrado un aumento del 200% en la prescripción de antidepresivos entre 2000 y 2013, lo que apunta a que la presencia de estas patologías ha experimentado una progresión exponencial desde el comienzo del siglo.
“La prevalencia de las enfermedades mentales va en aumento y debemos ser conscientes de que estamos ante un problema muy serio. La continuidad de los cuidados es un factor trascendente para avalar un tratamiento en una persona con algún problema de salud mental. Sólo así podremos mejorar la adherencia al tratamiento y, por tanto, evitar posibles recaídas”, explica el Dr. Cristóbal Colón, jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Esta continuidad de los cuidados requiere en ocasiones de ingreso hospitalario para maximizar los beneficios de la terapia. El problema en estos casos es que una vez superada la fase aguda de la enfermedad, el paciente continúa necesitando un soporte especializado que en ocasiones se traduce en una extensión del ingreso. “Las personas con enfermedades mentales tienen una situación clínica muy específica con problemas muy concretos. Las patologías que requieren ingreso con más frecuencia abarcan la depresión, la patología psicótica, los trastornos de personalidad y de conducta alimentaria o del comportamiento, así como los problemas derivados del abuso de sustancias. El hecho de contar con un número mayor de días de ingreso permitiría aumentar nuestras posibilidades de éxito clínico”, ha subrayado el Dr. Colón.
Para ofrecer una solución a este problema de continuidad asistencial, Sanitas Hospitales y la Clínica López Ibor han llegado a un acuerdo por el que aumentan la cobertura de días de hospitalización en pacientes con diagnóstico de patología mental. “Para nosotros es clave que la atención se realice en un centro especializado, con personal entrenado y con la suficiente experiencia en el campo de la salud mental. Sólo así se puede ofrecer el cuidado excelente de nuestros pacientes con patologías de salud mental. Hemos diseñado un circuito asistencial integral con equipos de distintas especialidades que evalúan caso por caso a cada persona y que abordan su tratamiento con un enfoque médico-psiquiátrico con apoyo psicológico. Además, contamos con un protocolo específico para realizar el seguimiento con el paciente y su familia, ya sea durante su ingreso en la Clínica López Ibor como durante su tratamiento en los hospitales de Sanitas”, ha explicado el especialista.
“Este acuerdo pionero con Sanitas nos permite dar una respuesta asistencial a una necesidad de los pacientes que hasta la fecha no estaba bien resuelta y que les aportará ventajas claras en su recuperación”, ha afirmado Juan José López Ibor, director general de la Clínica López Ibor.
La necesidad de que el manejo de los pacientes con problemas de salud mental se realice por personal experto y en centros especializados es una realidad constante. Múltiples estudios científicos, como el publicado en World Psychiatry, han mostrado un alarmante descenso en la esperanza de vida de los pacientes con problemas de salud mental: entre 7 y 11 años en pacientes con depresión; entre 9 y 20 años en trastorno bipolar: entre 10 y 20 años en personas que abusan de sustancias, y entre 13 y 22 años en el caso de personas con trastorno de personalidad.
Esta reducción en la esperanza de vida se explica porque los problemas mentales también tienen consecuencias físicas que pueden empeorar el pronóstico de, por ejemplo, patologías cardiovasculares o diabetes. Además, las personas con problemas mentales en ocasiones tienen comportamientos de alto riesgo, sobre todo si consumen drogas o abusan del alcohol. Por otra parte, no hay que olvidar que el estigma que envuelve a este tipo de patologías lleva a muchas personas a no poder recibir un diagnóstico y, por tanto, un tratamiento. “El seguimiento y el control pueden ayudar a obtener un mejor pronóstico. En Sanitas Hospitales somos conscientes de la importancia que tiene la salud mental y hemos articulado una respuesta para solventar un problema concreto en el tratamiento de las personas con patología mental”, ha añadido el Dr. Colón.