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7 de noviembre de 2017

El Hospital Universitario Sanitas La Moraleja incorpora una técnica oncológica avanzada para pacientes con cáncer muy grave

Innovación
  • Esta técnica es la más compleja de la cirugía oncológica y exige un equipo multidisciplinar de alto nivel
  • Añade hasta un 20 por ciento más de supervivencia en pacientes con patologías oncológicas muy complejas

El mesotelioma maligno es una enfermedad por la que se forman células malignas en el revestimiento del pecho o el abdomen. Su incidencia es de un caso por cada 200.000 personas. Su curso es rápido e invariablemente fatal; su expectativa de supervivencia es de 9 a 12 meses.

La citorreducción con quimioterapia hipertérmica intraoperatoria es una complejísima técnica que consiste en la extirpación quirúrgica del tejido tumoral y, en el mismo acto quirúrgico, la administración de quimioterapia a una temperatura de 42-43 grados centígrados en la cavidad peritoneal. Gracias a la realización de esta técnica, la supervivencia de una persona que padece un mesotelioma maligno pasa a estar entre 24 y 96 meses. “Los pacientes con patologías oncológicas muy comprometidas se benefician de un incremento en la supervivencia, así como de una disminución de los síntomas asociados al cáncer que padecen, como podría ser la ascitis tumoral”, ha explicado el Dr. Jesús Manuel Arguello, jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.

Para el centro, la incorporación de esta técnica supone dar un salto de calidad para ocupar la vanguardia de la oncología, algo al alcance de muy pocos centros. “La ejecución de esta técnica obliga a contar con un equipo multidisciplinar de máximo nivel integrado por cirujanos, oncólogos, anestesistas, intensivistas, patólogos, internistas, radiólogos, enfermería y resto de personal sanitario, trabajando en estrecha colaboración y con un nivel de precisión máximo”, ha subrayado el especialista.

Esta técnica está indicada para pacientes que padezcan un mesotelioma maligno o carcinoma apendicular, así como en pacientes seleccionados con carcinomatosis peritoneal secundaria a tumores malignos de colon, recto y de origen gástrico. “La citorreducción con quimioterapia hipertérmica intraoperatoria es útil en determinados pacientes, en el marco de un protocolo de selección de pacientes y de ejecución minuciosamente confeccionado. Hemos intervenido un caso de una persona que padecía un mesotelioma maligno que tenía una expectativa de vida menor de un año. Hoy, esta persona cuenta con una mayor esperanza y un menor impacto de los síntomas asociados a su patología: más calidad de vida y más tiempo”, ha indicado el especialista.

Un paciente diagnosticado de pseudomixoma peritoneal tiene un 20% de probabilidades de supervivencia a 5 años. Si ese paciente se somete a la técnica, ese porcentaje crece hasta el 87%. Y en el caso de un paciente con carcinomatosis de origen colorrectal (cada año hay aproximadamente unos 400.000 nuevos casos) la esperanza de vida es de entre 6 y 12 meses. Si ese paciente es tratado con esta técnica, su esperanza se extiende a entre 24 y 48 meses.

Alta complejidad

El paciente intervenido mediante este procedimiento precisa ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos para monitorizar sus constantes vitales durante el postoperatorio inmediato, bajo la vigilancia de un equipo de cirujanos, intensivistas y oncólogos, que valoran su evolución diariamente. Una vez que es trasladado a planta, el paciente queda al cargo de un equipo de cirujanos y especialistas en Medicina Interna, que realizan los ajustes del tratamiento que sean necesarios en función de cada persona.

En el momento en que el paciente es dado de alta, debe seguir un estrecho seguimiento a cargo de los oncólogos y los cirujanos. Normalmente este control implica la realización de pruebas de imagen (tomografía y resonancia), así como controles analíticos, en función de la patología de base de cada persona.

“Es preciso tener en cuenta que la complejidad y la duración de esta técnica puede provocar la aparición de algún efecto indeseado, como los abscesos/sepsis intraabdominal, las fístulas intestinales, la pancreatitis, el fallo renal o el incremento de la toxicidad hematológica”, ha explicado el Dr. Arguello.

El hecho de contar con esta técnica en la cartera de servicios del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja ofrecer a pacientes con un estado clínico muy grave una solución para su situación, con el máximo nivel de excelencia.