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6 de febrero de 2014

Fomentar la socialización de los mayores favorece su bienestar físico y psicológico

Salud y bienestar
  • Los profesionales del nuevo servicio “Sanitas Cuidado Activo” desarrollan actividades, juegos y excursiones que se adaptan a las necesidades físicas y emocionales de los mayores basándolas en la interacción entre personas
  • La socialización en las personas mayores mejora patologías como dolores articulares, control de las enfermedades crónicas, hipertensión arterial, diabetes, y previene de otras como la depresión o ansiedad
  • Sanitas Residencial Las Rozas, Sanitas Residencial Bonaire y Sanitas Residencial Mirasierra ofrecen el nuevo servicio de centros de día con flexibilidad horaria durante las 24 horas del día

El fomento de la socialización y el establecimiento de relaciones interpersonales en las personas mayores resultan imprescindibles para evitar su aislamiento social y, en consecuencia, mejorar su bienestar físico y emocional.

Gracias al proyecto “Sanitas Cuidado Activo”, los mayores pueden pasar parte del día en los centros Sanitas Residencial y realizar ejercicios que les ayuden a afrontar la jornada con mayor optimismo ya que se incorporan aquellos elementos que ilusionan a los mayores así como desarrollar actividades, juegos y excursiones que se adapten a las necesidades físicas y emocionales de cada persona, siempre basándolas en la interacción entre personas.

Para Carmen Abelanet, Jefa de Experiencia del Cliente de Sanitas Residencial, “las actividades que se ofrecen en los centros de día están especialmente pensadas para ayudar a los mayores a mantener la actividad física y a fomentar las relaciones interpersonales, lo que permite que todos los mayores, personas perfectamente válidas y a perfiles que requieren cuidados asistenciales más específicos, puedan beneficiarse de sus ventajas”.

El residente de Sanitas Residencial Las Rozas, Francisco Casas de 82 años, opina: “Desde que acudo al centro de día me encuentro más activo, me encanta la gerontogimnasia, me ayuda a tener menos dolores y, sobre todo, a relacionarme durante la comida con otras personas. Los fines de semana les echo mucho de menos y tengo más dolores”.

En la misma línea, Natividad Sanz de 86 años, residente de Sanitas Residencial Mirasierra, dice : “Estoy muy contenta de venir al centro de día porque tengo unos compañeros que me aprecian mucho y además hacemos muchas cosas, por ejemplo: Jugamos al bingo, cantamos mucho, trabajamos, nos divertimos y hacemos también gimnasia. Animo a toda la gente a que venga porque sienta muy bien”.

Por su parte, el jefe de gestión asistencial de Sanitas Residencial, David Curto i Prieto, asegura que “está demostrado que la socialización en las personas mayores tiene efectos favorables en patologías como dolores articulares, control de las enfermedades crónicas, hipertensión arterial, diabetes, y la prevención de patologías de la esfera psico-social como la depresión, ansiedad o empeoramientos en los mismos.

Actualmente, la compañía está desarrollando tres proyectos piloto, bajo el nombre “Sanitas Cuidado Activo”, en los centros madrileños de Sanitas Residencial Las Rozas y Sanitas Residencial Mirasierra, y en Sanitas Residencial Bonaire, en Barcelona. Gracias a este nuevo proyecto, los mayores podrán acceder a un servicio de atención asistencial de calidad con flexibilidad horaria: diurno, nocturno o incluso por horas.

Una atención personalizada con multitud de actividades

Cuando una persona ingresa en un centro Sanitas Residencial, el primer paso es realizar un mapa de vida en el que se describen las principales características, hábitos y aficiones de la persona. Según este mapa se elabora un calendario de actividades adecuado a sus preferencias y a su situación personal (físico, cognitiva y social) gracias al cual se consigue un mayor bienestar en el mayor.

Así, el programa de actividades de Sanitas Residencial está diseñado con especial cuidado y adaptado a los diferentes espacios físicos: gimnasio, salas de estimulación sensorial, bibliotecas, piscinas, jardines, salas de cine, huertos urbanos, etc. Además, cada centro dispone de cocina propia lo cual ayuda a realizar talleres gastronómicos para que los mayores puedan mostrar sus recetas favoritas y compartirlas con el resto.

El desconocimiento de las familias, el principal hándicap

El actual ritmo de vida de las personas hace que cada vez sea más necesario optar por este tipo de recursos y servicios. Es habitual que el cuidado de un mayor se complique y genere una importante carga de trabajo, tanto física como emocional, lo cual puede acabar repercutiendo en las relaciones familiares y en la salud de los diferentes miembros de la casa.

Sin embargo, las familias todavía desconocen los beneficios positivos que tiene para los mayores situarse en un entorno exclusivamente pensado para ellos. Cuando una persona llega a mayor, su actividad se reduce cada vez más a un entorno familiar en el que existe escaso contacto con personas que estén en sus mismas circunstancias y necesidades.