- Las alergias alimentarias afectan hasta un 8% de los niños y entre el 3% y el 4% de los adultos en países industrializados, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC)
- Durante la Navidad no se incrementa la prevalencia de alergia sino los casos no diagnosticados
- Las alergias alimentarias más comunes son las relacionadas con la leche de vaca, el huevo, el pescado, las legumbres, los frutos secos, el marisco o las frutas
- Es necesario tener especial cuidado con los niños, sobre todo si padecen dermatitis atópica o alergias respiratorias
Hoy día, las alergias alimentarias afectan hasta un 8% de los niños y entre el 3% y el 4% de los adultos en países industrializados, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). En la época navideña, “no aumenta la prevalencia de alergia alimentaria pero sí se incrementan los casos no diagnosticados”, señala Cristina Morillo, nutricionista de Blua de Sanitas. Según la experta, “durante las Fiestas se producen más casos de alergias a causa del mayor consumo de alimentos alergénicos, como son el pescado, el marisco o los frutos secos”.
La nutricionista revela una serie de precauciones para prevenir las reacciones alérgicas durante la Navidad: “evitar consumir por primera vez alimentos altamente alergénicos, como ciertos frutos secos, leer atentamente el etiquetado de todo producto que no hayamos consumido antes, tener especial cuidado con los dulces navideños y evitar que los alimentos alérgenos contacten con los ingredientes de platos para alérgicos, para que no se produzcan las contaminaciones cruzadas debidas al contacto de unos productos con otros”.
Precauciones que convine extremar en el caso de las personas ya diagnosticadas, “porque se salen de la dieta habitual. También se toman muchos alimentos ricos en frutos secos como el turrón o el mazapán y otros alérgenos que además no son tan evidentes. Por ejemplo, el turrón muchas veces lleva huevo y miel o los polvorones cacahuete”, alerta el doctor Gabriel Sosa Diaz-Saavedra, Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
“Pero también hay que ser más cuidadoso con los niños”, añade, “en especial si padece dermatitis atópica o alergias respiratorias tipo rinitis o asma. Conviene darle al inicio una cantidad pequeña del nuevo alimento y esperar una hora antes de darle más. También es sencillo practicar el llamado test de la `goma de borrar´. Con el alimento en cuestión se frota el labio y se esperan 20 minutos. Si aparece picor, edema o eritema, no dar ese alimento o grupo de alimentos y consultar a un alergólogo”, advierte el doctor Sosa Diaz-Saavedra.
Ante los primeros síntomas, acudir al especialista
En el caso de sufrir una reacción alérgica tras la ingesta de algún alimento, los expertos aconsejan acudir inmediatamente a un centro de salud o servicio de urgencias para que el personal sanitario valore la gravedad y ponga el tratamiento adecuado. Una vez se haya revocado la situación, será el médico quien aconseje la realización de pruebas de alergia ante ese alimento y otros de la misma familia. En cualquier caso, conviene anotar en un papel todo lo ingerido en las cuatro horas anteriores al surgimiento de la alergia y acudir sin demora al especialista para detectar el origen del problema.
Existen ciertos alimentos que producen alergias de forma más frecuente y con los que se debe tener un mayor cuidado. “Las alergias alimentarias más comunes se originan tras el contacto con la leche de vaca, el huevo, el pescado, las legumbres, los frutos secos, el marisco y las frutas. Debemos tener precaución con todas, pues la sintomatología puede producirse tras el contacto con cualquiera de dichos alimentos”, afirma Cristina Morillo.
Un detalle a tener en cuenta es la importancia de conocer la terminología relativa al alimento causante de la alergia, ya que en el etiquetado este puede indicarse con nombres diversos, como en el caso de los cacahuetes, que aparece como maní, suero de leche o caseína. Como última precaución conviene no olvidar el prestar especial atención cuando se come fuera de casa y pedir en los restaurantes las cartas con información sobre alérgenos.