- La caída de la circulación y de la actividad industrial, así como el menor uso de calefacción ha reducido la contaminación de las grandes ciudades un 60 por ciento
- Según distintos estudios la contaminación es responsable de hasta 8,8 millones de muertes en todo el mundo cada año
- Aunque se podía esperar una reducción en la severidad de los síntomas de las personas con alergias, los pacientes han debutado con sintomatología más severa, debido a la exposición brusca al exterior
La ausencia de tráfico, la drástica reducción de la actividad industrial y el menor uso de las calefacciones debido a la llegada del buen tiempo son los tres factores que explican la significativa reducción de los niveles de polución que estamos viviendo en toda España, pero principalmente en las ciudades más grandes de nuestro país.
De acuerdo con los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, los niveles de dióxido de nitrógeno han caído hasta un 60% en toda la geografía española. La práctica mayoría de estaciones de medición del país han registrado niveles mínimos de partículas contaminantes.
“Se ha reducido el efecto nocivo de la contaminación, que se relaciona con la mortalidad en personas con asma o EPOC, pero también en pacientes con fibrosis, bronquiectasias y otras enfermedades respiratorias. El confinamiento, la reducción de la actividad industrial y el menor uso de las calefacciones han provocado una mejora en la calidad ambiental del aire que respiramos”, ha explicado el Dr. Manuel Callejas, especialista en Neumología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación ambiental no sólo pone en peligro a las personas con enfermedades respiratorias, sino que también está relacionada con el aumento de riesgo de ciertos tipos de cáncer, problemas de fertilidad, riesgos en el embarazo, aparición de diabetes, obesidad, envejecimiento e incluso demencia senil.
El año pasado un grupo de 50 investigadores publicaron en The New England Journal of Medicine un estudio con datos de 24 ciudades de todo el mundo, como Ciudad de México, Nueva York, Londres o Madrid. Sus conclusiones coincidían con la OMS: el incremento diario de partículas suspendidas en el aire (tanto las PM10, que pueden llegar a los pulmones, como las PM2,5, que pueden entrar en el torrente sanguíneo) está vinculado con el aumento de mortalidad diaria por cualquier causa y específicamente por problemas respiratorios y cardiovasculares. Otro estudio de la Sociedad Europea de Cardiología cifró el impacto de la calidad del aire que respiramos con un total de 8,8 millones de muertes cada año en todo el mundo.
Los resultados de ambas publicaciones coinciden con las conclusiones de un estudio realizado por Sanitas con datos de sus hospitales: cuando el nivel de contaminación supera los límites establecidos por la OMS (40µg/m3) se produce un aumento de las visitas a urgencias por problemas respiratorios.
Contaminación y alergias
La contaminación es un factor crítico que agrava el impacto de los síntomas en personas con alergias al polen, y el hecho de que la calidad del aire sea mejor, podría hacer pensar que el impacto de las alergias podría estar siendo menor, pero la experiencia de la Dra. Gema García Sánchez, jefa de Servicio de Alergología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, apunta en sentido contrario: “Estamos atendiendo a muchos pacientes con síntomas severos. Es cierto que hay muy poca contaminación y que la mejor calidad del aire es positiva para las personas alérgicas, pero al haber estado confinados, cuando al fin podíamos salir a la calle, la exposición al polen ha sido mucho más brusca. Además, hemos tenido días con mucho viento, lo que agrava el impacto de los síntomas en pacientes alérgicos. Y, como todos los años, muchas de las personas que tenían rinoconjuntivitis han debutado con asma”.
Esta situación se ha producido en mitad de la pandemia, con los hospitales centrados en la atención de pacientes con coronavirus. “Para nosotros, la posibilidad de seguir prestando atención a las personas a través de vídeo consultas ha sido fundamental. Hemos podido atender a pacientes que debutaban con alergias o con asma, hemos sido capaces de hacer las revisiones de los pacientes que ya habían sido diagnosticados e incluso hemos estado en disposición de ofrecer segundas opiniones a otros pacientes. La vídeoconsulta nos ha permitido estar más cerca de las personas que necesitaban nuestra ayuda y les ha proporcionado una experiencia maravillosa de acceso digital a su médico”, ha añadido la Dra. García.