- Más de 47 millones de personas padecen demencia en el mundo, de las cuales entre el 60 y el 70% ha sido diagnosticada de Alzheimer, según la OMS
- Determinados estudios de medicina nuclear, radiodiagnóstico y líquido cefalorraquídeo contribuyen al diagnóstico temprano del Alzheimer
- Una de cada cuatro familias españolas están afectadas por el Alzheimer. El perfil del cuidador en España es el de una mujer que atiende a su madre o padre afectado por alzhéimer
Según el informe “El Alzheimer en España” de CEAFA, hay un total de 6 millones de personas que conviven hoy, directa e indirectamente, con el Alzheimer en España. La OMS advierte de que el número de personas con demencia en el mundo supera los 47 millones, de las cuales entre el 60 y el 70% ha sido diagnosticada de Alzheimer. “Debemos dar prioridad a la demencia porque afecta a una de cada 20 personas mayores de 65 años y a una de cada 3 mayores de 95”, explica Pedro Cano, director de Innovación Médica y Sistemas de Gestión de Sanitas Mayores, asistente a la II Edición Sanitas en Demencia.
El encuentro, que tuvo lugar ayer en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, ha contado con ponentes de prestigio del mundo de la medicina y con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Esta nueva edición Sanitas en Demencia se ha centrado en dar a conocer el uso de biomarcadores, sustancia que con su aparición indica un determinado estado biológico, para el diagnóstico etiológico de diversas demencias, especialmente de la enfermedad de Alzheimer. El empleo de este tipo de biomarcadores supone un importante avance al permitir un diagnóstico temprano de la enfermedad, incluso antes de que ésta manifieste sus primeros síntomas. Esto proporciona la posibilidad de ofrecer un tratamiento adecuado desde las primeras fases de la enfermedad para ralentizar su avance.
Debemos tener en cuenta que la utilización de biomarcadores supone un avance sustancial en la metodología de los ensayos clínicos, dado que permite una mejor selección de los pacientes. De este modo, en la jornada Sanitas en Demencia se han expuesto una serie de investigaciones con el objetivo de intentar anticipar posibles usos futuros.
Dentro de este marco se ha debatido también sobre el papel de la genética en este tipo de enfermedades, los marcadores cognitivos para el diagnóstico precoz de las demencias y la aportación de la Medicina Nuclear o de la resonancia magnética en el diagnóstico de la demencia, entre otros.
La importancia de los familiares en el cuidado de personas con demencia
Según los expertos invitados, la demencia debe ser una prioridad. “Todo el proceso debe estar centrado en el cuidado de las personas que sufren estas enfermedades”, ha insistido Cristina Fernández García, neuróloga del Hospital Universitario La Moraleja de Madrid. “En este sentido desde Sanitas, empleamos terapias no farmacológicas, involucramos a las familias en el proceso asistencial y estrechamos los vínculos de los pacientes con la sociedad a través de comunidades locales y asociaciones de familiares afectados”, explica la especialista en Neurología.
Durante esta II Edición Sanitas en Demencia se ha puesto en especial relieve la importancia de la labor que realizan los familiares de las personas que sufren algún tipo de demencia, ya que en la gran mayoría de casos, la familia es el principal proveedor de cuidados en estas enfermedades y un familiar cercano suele ocupar la figura de cuidador.
Según el estudio conjunto “El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro y propuestas de intervención”, realizado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y Fundación Sanitas, el Alzheimer afecta a uno de cada cuatro hogares españoles. El perfil del cuidador en España es el de una mujer que atiende a su madre o padre afectado por alzhéimer. Residente en zona urbana, combina su condición de cuidador de una persona dependiente con la atención a su familia. Más del 21% de los cuidadores familiares tiene más de 70 años y son jubilados que cuidan de su pareja. Debido a la avanzada edad media del cuidador, el estudio resalta que aumentan las posibilidades de que el cuidado ofrecido al familiar no sea el más indicado.
“El cuidado de la persona que padece algún tipo de demencia pasa en muchos casos por la figura de un cuidador no profesional, normalmente un familiar que se encarga de su bienestar. Es por esto que es fundamental una comunicación fluida con estos cuidadores, para que puedan procurar la mejor asistencia a los afectados y para que no se sientan abandonados en el duro proceso de acompañar a un ser querido durante el desarrollo de una demencia”, ha afirmado Cristina Fernández.
Existen desafíos que tienen que ver con la ausencia de ayudas técnicas para el manejo del dependiente, como grúas o camas articuladas, así otro tipo de recursos especializados. “Pero el mayor problema al que se enfrenta el cuidador es el deterioro de la propia salud. El síntoma que manifiestan con más frecuencia es el cansancio y la falta de fuerza física; el desánimo, la depresión y otros problemas de tipo físico, y todo ello sin olvidar la enorme carga emocional para el cuidador y su entorno, unido a las situaciones socio económicas que el Alzheimer genera”, ha comentado la doctora Fernández.
La utilización de biomarcadores cuando esté indicado permite un diagnóstico precoz, y facilita mantener una buena calidad de vida tanto del paciente como de sus cuidadores.
Durante el encuentro, Pedro Cano ha reivindicado que “todavía queda mucho camino por recorrer pero los avances alcanzados y las perspectivas futuras son relevantes” y ha asegurado que “para Sanitas la demencia es un área prioritaria y, por ello, se trabaja de forma activa para conseguir diagnósticos más rápidos, mejorar los síntomas de este tipo de enfermedades y por mantener una relación de calidad con el paciente”.