- an solo uno de cada diez pacientes afirma experimentar “mucho miedo” en la consulta del odontólogo
- La sedación consciente es un eficaz antídoto contra la sensación de miedo al dentista
- La sedación consciente provoca un estado general de relajación y tranquilidad en el paciente que le permite afrontar con mayor facilidad su tratamiento dental
El 49,1% de los españoles padece odontofobia moderada, según datos del Estudio de Salud Bucodental de Sanitas 2016. Sin embargo, solo uno de cada 10 pacientes sufre “mucho miedo”.
Por franjas de edad, un 53,9% de los niños y un 50,7% de los adultos afirman experimentar miedo. Sin embargo, el miedo irracional e intenso es poco frecuente, solo el 11,1% de los menores y el 14,1% de los adultos afirma tener esa sensación en consulta. En ambos colectivos, el estudio de Sanitas indica que hasta en el 15,4% de las ocasiones la odontofobia es una causa habitual para no acudir al dentista.
En estos casos, la técnica de la sedación consciente, que permite controlar de manera segura y sencilla las sensaciones de temor y ansiedad, es una alternativa interesante. “La sedación es recomendable en aquellos casos en los que el miedo y el malestar son muy intensos, hasta el punto de que pueden originar reacciones adversas del paciente llegando a impedir el tratamiento. En el caso de los niños, la situación se vuelve más compleja porque es más difícil encontrar los argumentos para lograr su colaboración”, afirma Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.
Existen dos técnicas posibles: inhalatoria e intravenosa. En la sedación consciente inhalatoria, el paciente respira a través de una mascarilla nasal una mezcla de gases a base de óxido nitroso. Al inhalar este gas, totalmente seguro, experimenta un estado de gran relajación y bienestar, que le permite controlar sentimientos de miedo y ansiedad; a la vez que facilita el trabajo de los profesionales de la clínica. La sedación consciente intravenosa utiliza fármacos sedantes por vía intravenosa bajo la supervisión de un anestesista. Se utiliza sobre todo en tratamientos más largos y complejos como las cirugías.
En el origen del miedo: inyecciones en la boca, dolor y extracción de piezas
El II Estudio de Salud Bucodental de Sanitas señala como principales causas del miedo las inyecciones en la boca (63,2%); el dolor (56,9%); la extracción de dientes (56,0%); los factores económicos (34,2%); las malas experiencias pasadas (27,9%); la brusquedad del especialista (23,2%) y los ruidos del aparataje (17,2%).
En general, hasta un 52,3% de los pacientes consultados ha manifestado preferir estar bajo los efectos de la sedación en determinados tratamientos. La indicación de sedación y de la técnica más adecuada debe plantearse siempre después de exhaustiva valoración por parte del profesional y siempre con el consentimiento del paciente o familiares responsables.
Otros grupos de pacientes a los que se extienden los beneficios de la técnica son personas con discapacidad; pacientes adultos que demandan mayor comodidad; pacientes con alteraciones de movilidad; o pacientes con determinadas patologías – trastornos endocrinos, dolencias cardiacas o epilepsia-.