- Casi tres cuartas partes de las consultas responde a revisiones periódicas, lo que pone de manifiesto la conciencia que tienen los encuestados por la importancia de la prevención en el mantenimiento de una buena salud bucodental.
- Los profesionales aconsejan que las revisiones se realicen al menos con una periodicidad semestral.
- El 74% de los participantes en un estudio elaborado por Sanitas asegura que la crisis no ha afectado a sus hábitos de salud bucodental.
El estudio de Salud Bucodental 2014 elaborado por Sanitas muestra que solo el 30% de los españoles cumple con las recomendaciones de los expertos y visita al dentista varias veces al año. Los médicos aconsejan que se realicen revisiones con una periodicidad semestral.
Por lo general, la mayor parte de los españoles acuden a una consulta odontológica con una periodicidad anual. Entre los más asiduos, se encuentran los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 29 años. El 90% de los participantes en el estudio de Sanitas que se engloban dentro de esta categoría aseguraron ir al dentista al menos una vez año, frente al 87% de la muestra global que dio la misma respuesta. Las mujeres también parecen tener una frecuencia de visitas superior a la de los hombres. Un 89% dijo pasar por la consulta del odontólogo una o más veces al año, por solo un 85% de los hombres encuestados.
El estudio de Salud Bucodental de Sanitas revela, además, que la crisis apenas ha impactado en los hábitos de salud bucodental de los ciudadanos. De hecho, tres de cada cuatro encuestados aseguró que no se sentían influenciados por la situación económica en términos de ir al dentista.
La mayoría de estas visitas se realizan con una finalidad preventiva. El 72% de los entrevistados aseguró que uno de los motivos por los que va al dentista es para someterse a revisiones periódicas. Un hábito que se incrementa de manera considerable en el caso de aquellas personas poseedoras de un seguro dental. Este dato subraya que los españoles son conscientes del papel que juega la prevención en su salud bucodental. Sin embargo, los profesionales insisten en que no basta con una vez al año para poder detectar y tratar a tiempo algunos problemas que pueden llegar a tener repercusiones importantes en otros aspectos de la salud.
Las siguientes causas por las que los entrevistados dicen ir al dentista son los problemas puntuales y el hecho de tener que someterse a algún tipo de tratamiento (16%). En el caso de las personas que cuentan con un seguro dental, solo 29% acude por problemas puntuales frente al 38% de los que no cuentan con un seguro dental.
Entre los tratamientos, las limpiezas dentales se alzan, con diferencia, como los más populares -un 66% de los participantes en el estudio dijo haberse realizado una durante el último año-, seguidas de los empastes, al que se sometió un 14%. Por otra parte, los odontólogos también están percibiendo un auge de los tratamientos estéticos (blanqueamientos, reconstrucciones…). Aunque el porcentaje de personas que se hizo uno durante el año pasado es todavía bajo en relación con otros tipos de tratamientos, un 15% de los entrevistados aseguró que, con toda o bastante seguridad, se realizará uno a lo largo de 2014.
El estudio también incluye una clasificación sobre aquellos aspectos que los usuarios consideran a la hora de decidirse entre uno u otro dentista. Entre ellos, lo más valorado es la especialización de los profesionales y el grado de confianza en su criterio, aunque también suelen tener en cuenta otros elementos como la garantía del tratamiento, el trato recibido o la calidad de los materiales utilizados en las clínicas.
En el caso de los niños, los padres muestran una gran preocupación por la salud bucodental de sus hijos. De hecho, el 90% de los encuestados asegura que acuden al dentista con sus hijos una o dos veces al año desde que estos cumplen seis años, edad en la que suele situarse la primera visita. Esta frecuencia los posiciona como uno de los grupos más asiduos a la consulta. En su caso, la afección que presentan de manera más habitual son las caries y una mala oclusión.